Redacción Canal Abierto | Esta mañana, 600 trabajadores de Atucha recibieron la notificación de la cancelación de su contrato y la efectivización de los despidos a partir del 1 de julio. Así lo explicó Julio González, el secretario general de la Uocra Zárate, localidad donde está ubicada la central atómica, una de las tres que existen en el país y proveen el 5% de la energía que consumimos.
A esos despidos de construcción y mantenimiento se suman otros 137 que ya recibieron el telegrama y están agremiados en la Unión Empleados de la Construcción y Afines de la República Argentina (Uecara), y 20 contratados. “Muchos de esos despedidos eran parte del proyecto Carem 25, de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), y de la construcción de Atucha III, que está paralizada”, explica Fernando Pérez, trabajador de Atucha y secretario general de ATE Zárate. “El año pasado hubo, con la paralización de las obras, unos mil despidos y se planificaban 2500, lo que pudo pararse en ese momento. Ahora avanzan sobre esos puestos de trabajo y nosotros sabemos que mañana pueden ser compañeros de nuestro gremio”, agrega Pérez, quien se mantiene en conversaciones con los otros sindicatos para coordinar medidas conjuntas.
Por su parte, González contó en diálogo con Canal Abierto que se mantienen las negociaciones y anticipó: “tenemos una reunión el lunes con el subsecretario de Energía Nuclear, Julián Gadano, y veremos qué pasa. Si el 1 de julio se efectivizan los despidos, convocaremos a una asamblea para decidir las líneas de acción”.
Atucha III es un proyecto financiado por Canadá, Rusia, Francia y China de 3 mil millones de dólares. En Zárate se concentran Atucha I y II y el plan era construir Atucha III, aunque el proyecto está frenado desde marzo de 2016. Luego de su viaje a Beijing, Mauricio Macri volvió a firmar una carta de intención –que ya había firmado Cristina Fernández de Kirchner tres años antes- con el gobierno chino para el inicio de las obras.
Por su parte, el proyecto Carem 25 –sigla de Central Argentina de Elementos Modulares-, es un prototipo por el cual el país tendría en operación la primera central nuclear de potencia íntegramente diseñada y construida en Argentina.
“Es insólito que mientras se declara la emergencia energética, se discontinúen estas obras que proveerían de la energía faltante”, asegura González.
Por otro lado, se teje una sospecha sobre la obra, alimentada por el secreto que pesa sobre los términos del acuerdo con el país oriental: desde los sindicatos temen que los despidos escondan la intención de construir la central con mano de obra china.