Redacción Canal Abierto | Este viernes, Paolo Rocca, CEO del Grupo Techint y el dueño de la fortuna más grande de la Argentina, movió el avispero cuando deslizó una crítica a la política oficial de apertura económica en un encuentro de empresarios en el Sheraton porteño. «Ningún gobierno puede hacer una apertura indiscriminada sin poner en riesgo su gobernabilidad y su consenso», sostuvo, y argumentó que las dos “macrotendencias” que actúan como desequilibrantes son la evolución tecnológica y el avance de China, que pasó de producir el 4% al 28% de las manufacturas globales.
Como consecuencia, la Unión Industrial Argentina (UIA) no tardó en salir a relativizar los dichos, pese a que los números que circulan en relación a las importaciones de productos industrializados son preocupantes. «Cuando hay crecimiento uno reparte sobre una torta más grande, el tema es cuando la torta es más chica, pero no hubo un aluvión de importaciones», sostuvo Diego Coatz, director ejecutivo de la UIA, en una entrevista a La Nación.
Pero las últimas cifras del Indec indican que el valor de las importaciones de mayo fue 24% superior al de igual período del año anterior. En dinero, se trata de US$ 1171 millones y, en cantidades, del 14,5% más de mercaderías. La suba en el ingreso de bienes de consumo se refleja, sobre todo, en productos como juguetes, calzados, textiles y muebles.
A contramano de lo que la UIA reconoce públicamente, desde que asumió Mauricio Macri subieron las importaciones y la producción industrial cayó un 5,9% acumulado, según cifras oficiales. Esto significa la caída más extensa desde la crisis de 2001. El dato más elocuente es que los rubros donde la actividad cayó más, coinciden –en gran parte- con aquellos en los que subieron las importaciones.
El más preocupante es que, entre diciembre de 2015 y abril de 2017, la industria fue el sector de la economía que más empleos perdió: acumuló una destrucción de 55.000 puestos de trabajo formales.
La cuestión China
En línea con lo expresado con Rocca, fue la balanza comercial con China una de las más desbalanceadas: arrojó un saldo negativo de US$ 2411 millones en los primeros cinco meses del año, el segundo en magnitud después del de Mercosur.
Las importaciones del país asiático subieron un 8,1% interanual en mayo pero “cayeron en forma significativa las compras de piezas y accesorios para bienes de capital” y “aumentaron principalmente las de bienes de consumo”, según el último informe sobre Intercambio Comercial elaborado por el Indec. Es decir que la única importación deseable, la de insumos para la producción industrial, bajó.
En relación al Mercosur, la diferencia de más de 10 puntos porcentuales entre exportaciones e importaciones se deben a las compras a Brasil, país del que llega el 91,1% de los productos importados. Brasil es nuestro principal socio comercial, seguido por China y Estados Unidos. En los tres casos, la balanza comercial muestra números negativos para la Argentina.