Redacción Canal Abierto | Después de haber cumplido con la misión de restablecer el orden habitual para el “periodismo” dominante y garantizar los negocios de los cárteles de medios, Oscar Aguad salió del Ministerio de Comunicaciones como si hubiera dejado una bomba en su interior que pulverizó la cartera mientras “el milico” se mudaba a Defensa, un sector que le calza mucho mejor a su apodo, ganado por su amistad con represores de la dictadura y los mas agrios representantes del ejército.
Las perspectivas para el gobierno nacional sobre su flamante gestión deben ser muy altas, ya que haciendo gala de una ignorancia supina en materia de comunicación, logró cumplir todas las órdenes del presidente y del Grupo Clarín, incluyendo la fusión entre Telecom y Cablevisión, y la participación necesaria en la condonación de la deuda del Correo Argentino a la familia Macri.
Defensa
El radical Julio Martínez, que dejó el ministerio para candidatearse por Cambiemos en las PASO, abandonó una escandalosa gestión, con picos de popularidad marcados por la denuncia de la enorme compra de armamento a Estados Unidos, pero además con reclamos silenciados sobre vaciamiento sostenido en las 5 plantas de Fabricaciones Militares.
Luego de anunciar a los gremios que sólo se dedicarían a producir material balístico, se confirmaron los cierres del Proyecto Vagones; la suspensión de la continuidad del convenio con INVAP para la fabricación de radares; la suspensión de la continuidad de convenio con YCRT para la fabricación de arcos para galerías y tubos de aireación para la ventilación; la no renovación del convenio con Yamana Gold-MASA para la provisión de servicios de voladura en la mina Gualcamayo (San Juan).
Se estima que sin el sostén de esos contratos se discontinúe el resto de las plantas de explosivos, y se garantice sólo la mínima producción de pólvoras para actividad privada y para las Fuerzas Armadas. La gran mayoría de los proyectos conjuntos con el Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas para la Defensa (CITEDEF) han sido parados o discontinuados.
En concreto, se trata de una inminente caída de facturación de $515 millones de pesos, con una pérdida de cerca de 700 puestos de trabajo, sin contar el personal de apoyo y administrativo, con lo que se estaría llegando a más de 800 empleados menos.
Fabricaciones
La Dirección General de la Empresa Estatal FM significó históricamente el rumbo de la industria nacional en cuanto a desarrollo industrial, siderúrgico, petroquímico, minero y de explotación en todo el territorio.
Contando en su mejor momento con 14.500 trabajadores, divididos en 17 fábricas y establecimientos, además de la sede central, conformaba gran parte de las áreas más importantes del país en metalúrgica, mecánica, química y extractiva minera, contado además con participación accionaria en relevantes sociedades mixtas.
La DGFM estaba conformada como un organismo autárquico, por fuera del Tesoro Nacional, y hasta el año 1980 gozaba de una privilegiada posición. A partir de allí, los acontecimientos políticos y económicos de nuestro país degradaron el rumbo de esta dirección y de sus trabajadores. Es así como llegó el año 2000, tras dos décadas de políticas neoliberales con un tinte fuertemente privatista que afectó al Estado nacional. En ese período se cerraron o privatizaron la mayoría de los establecimientos, quedando finalmente sólo 5 fábricas y la sede central.
En 2009 el Ministerio de Planificación Federal impulsó la creación de “Fabricaciones Militares Sociedad del Estado”, que significó la posibilidad de relanzar la producción nacional vinculada a la Defensa y concretar las mejoras laborales por las que los trabajadores venían luchando desde hacía más de 20 años.
En 2015 Senadores sancionó la ley que le quitó la FIGURA de “Sujeta a privatización”, quitando de estas fábricas el fantasma privatista que subsistía desde los 90’.
En la actualidad, la DGFM sólo cuenta con 5 fábricas y su sede central: Fábrica Militar Río Tercero y Fábrica Militar de Pólvoras y Explosivos Villa María; Fábrica Militar de Pólvoras y Explosivos Azul; Fábrica Militar Fray Luis Beltrán; Fábrica de Explosivos San José de Jáchal; y la casa central en Buenos Aires.
Trabajadores
El total de trabajadores en FM es de 2172, con sólo un 20% de empleados en planta permanente. Existen irregularidades como deudas en pagos a proveedores, falta de insumos de seguridad e higiene, des-financiamiento de distintas áreas y de varios programas especiales.
El recorte presentado para el año en curso comenzó en 2016, y rondará los $8.929,3 millones de pesos al final de 2017. Pero, más importante que el volumen del recorte es hacia dónde se dirige: en 2016, el 80,3% del presupuesto reducido recayó sobre las partidas destinadas a Ciencia, Tecnología y Producción para la Defensa; en 2017, será otro 10% más.
En enero de 2016, 140 empleados fueron despedidos, en el marco del primer achique general del macrismo contra el Estado Nacional en todas las áreas.
La intranquilidad no sólo surge del ajuste en marcha, sino de una clara intencionalidad de precarizar aún más la situación laboral, y la decisión política de privatizar y/o tercerizar los servicios que en la actualidad brindan estas instalaciones fabriles, en línea con la política general del Gobierno de Mauricio Macri.