Redacción Canal Abierto | Los artistas, trabajadores de los Organismos Estables que dependen del Ministerio de Cultura, denuncian irregularidades y relaciones contractuales precarias, además de deudas y conflictos que ponen en riesgo constante la tarea de los nueve cuerpos artísticos nacionales de música, danza y coro.
En la mayoría de los casos se registran severos atrasos en los pagos de salarios, deficiencias edilicias en los lugares de ensayo, falta de llamado a concurso para cubrir cupos vacantes, cancelación de presentaciones y giras, dificultades para la obtención de insumos indispensables, deudas con proveedores, además de demoras en nombramientos de directores y coordinadores.
El caso de la Orquesta Sinfónica Nacional ha despertado repercusión en medios de otros países, y muestras de solidaridad internacional de artistas ampliamente reconocidos en el mundo cultural.
* Ayer, la mundialmente reconocida pianista Martha Argerich, que este fin de semana tocará en el Teatro Colón junto al director Daniel Berenboim (que también se informó sobre el conflicto), sentó posición: “Es lamentable que un organismo sinfónico como este, que es embajador de la cultura de toda una nación, sufra vicisitudes tales que dañen su funcionamiento. Brego porque prontamente las autoridades pertinentes encuentren el camino para la solución de todos los problemas que sufre esta querida orquesta”
El violoncelista y delegado gremial Marcelo Masssun explica a Canal Abierto que “a Martha Argerich le contamos el tema y enseguida entendió, porque nos conoce y ha tocado con la orquesta. Surgió también de dos directores la iniciativa de escribir las cartas, porque sufrieron en persona las consecuencias del conflicto. Nos están llegando más cartas de compositores, de otros directores, nos llaman para interiorizarse de la situación”.
Sobre el gesto de Argerich, el ministro Pablo Avelluto dijo: «Comparto la preocupación y el cariño de ella con la orquesta. Desde el primer día nuestro trabajo estuvo orientado a mejorar. Parte de esto es el hecho de que la orquesta esté tocando en el CCK». Y agregó: «Estamos orgullosos de nuestra orquesta sinfónica. Queremos que le vaya bien, pero hay mucho por trabajar todavía».
Massun responde que “hace un año que sabe que hay que trabajar en esto; los problemas se podrían haber resulto hace mucho, son problemas administrativos, no de falta de presupuesto, es mala administración, mala gestión”.
La semana pasada, el destacado director chileno Francisco Retting, uno de los más importantes de la región, había comenzado a ensayar con la orquesta para las presentaciones acordadas, pero se volvió a su país denunciando malos tratos y deudas de conciertos de 2015 por parte del Ministerio de Cultura, y se solidarizó con el presente que atraviesan sus colegas argentinos. Al retirarse del hotel, además, tuvo que pagar los días de hospedaje.
A pesar de que los músicos de la OSN estaban dispuestos a realizar el concierto de todas formas, el ministerio canceló las presentaciones. Su carta completa:
«Alguien tiene que decir basta: El mayor estímulo e impulso a mi carrera lo recibí siempre de maestros argentinos. Lo anterior, sumado a tantos años que he venido trabajando con la Orquesta Sinfónica Nacional, no hace sino que reafirmar mi compromiso con esta destacada agrupación sinfónica. Desde años he sido considerado un amigo de la Orquesta y, como tal, es que en algún momento alguien tiene que decir BASTA con las irregularidades a las que se ve sometida. El problema que acabo de tener, que tienen otros distinguidos colegas, y que me hizo cancelar mi participación en los conciertos de estos días, es menor frente al que tienen muchos de sus integrantes que, por meses no han cobrado sus salarios. Cancelaciones de conciertos, compromisos nacionales e internacionales, la falta de presencia territorial de una orquesta que tiene el carácter de nacional, etc…
A un artista al que se le exige un rendimiento al 100%, también se le deben proporcionar las condiciones para que lo haga; y éstas no estaban, no obstante estos conciertos estaban confirmados hace meses. Sepan que he venido como amigo, aún cuando no se me han pagado tres conciertos desde el 2015. Yo respeto la palabra empeñada y así lo hice. Lo contrario no sucedió y no hubo ninguna capacidad de gestión para solucionar temas muy fáciles. Tanto es así, que nadie sabía quién hizo (o no hizo) la reserva hotelera y al final tuve que responder yo por la cuenta. Así, no me es posible rendir profesionalmente, dar a la orquesta y al público lo que seriamente merecen. Les expreso mi tristeza por esta situación, pero, al mismo tiempo, mi fuerte reclamo a la autoridad pertinente, que no sólo no ha cumplido conmigo, sino con esta prestigiosa y querida orquesta. Definitivamente, no puedo seguir participando de las temporadas y conciertos, haciendo como si todo funcionara y estuviera bien, pues las actuales condiciones distan mucho de aquello.
Esta semana el director argentino radicado en la ciudad alemana de Colonia, Mariano Chiacchiarini, ya había recibido su pasaje para venir a dirigir los conciertos programados para el 4 y el 11 de agosto, pero no llegó a viajar ya que las funciones fueron canceladas por el Ministerio. El director también difundió un texto denunciando la situación:
“Los problemas no son nuevos, y, aunque sé que esta carta puede costarme caro, considero que se ha tocado fondo y es mi deber manifestarme públicamente. Un insulto a los artistas y a su público: cuando compromiso y entrega nada valen. Esta carta no tiene fines políticos. Es la obligación de denunciar la grave situación de destrato hacia la Orquesta Sinfónica Nacional Argentina, a los artistas que con ella colaboran y desde ya a su público. Ayer recibí con tristeza aunque casi con normalidad la nueva cancelación de dos fechas de la Sinfónica Nacional Argentina, en este caso conmigo como director invitado. Me comunicaron por teléfono que por orden del ministro y sin razón oficial alguna, se cancelaban las fechas programadas. Estas citas eran reemplazos improvisados a las giras canceladas a China-Corea y al Noroeste Argentino. Sumadas a la gira cancelada en 2016, ya son tres los compromisos conmigo de este tipo sorpresivamente anulados. No es un detalle menor que aún no tengo un escrito oficial justificando la decisión de la no realización de los conciertos. Mi compromiso con la OSN es total, mi solidaridad con sus músicos absoluta. Desde hace años colaboro con ellos y veo un elenco unido, con claras metas artísticas desde el comienzo en la nueva sala y con un proyecto boicoteado constantemente por los graves problemas de público conocimiento. Hoy la OSN quería tocar. Y yo con ellos. Nos han negado nuevamente esa posibilidad”.
Para Marcelo Massun las muestras de apoyo son muy importes, «porque demuestra que no estamos solos, que no es un capricho de la orquesta, sino que es algo que valora gente que está en otros ambientes musicales, son artistas que están en el ambiente musical europeo y entienden la situación desde un punto de vista mucho más amplio”.
El conflicto OSN
La Orquesta Sinfónica Nacional es el principal cuerpo orquestal del país, y sus integrantes aseguran que es “una de las peores pagas de Argentina”. El 30% de los músicos son contratados, y no cobran sus salarios desde hace meses. Algunos acumulan una deuda de más de un año.
Todas las giras nacionales e internacionales se encuentran suspendidas, al igual que los concursos. El Ministerio de Cultura canceló los próximos conciertos. Algunos músicos se alejan hacia otras formaciones que les garantizan el pago de mejores sueldos, como las orquestas provinciales o la Banda de la Policía Metropolitana. En sus últimas actuaciones en el Centro Cultural Kirchner, el organismo se presentó en ropa de calle, en señal de protesta.
Los trabajadores de la orquesta comenzaron a hacer pública su situación en sus actuaciones para vacaciones de invierno, en las que antes de comenzar alertaron sobre la situación, provocando aplausos solidarios de la audiencia.
En un comunicado explicaron que: “Los integrantes de la OSN informamos que, siendo el principal organismo orquestal del país, y representando a la cultura nacional, tenemos graves problemas que ponen en riesgo nuestro prestigio artístico y el funcionamiento concreto del organismo. Tenemos uno de los salarios más bajos de los organismos orquestales del país. Salarios adeudados desde hace más de un año a músicos contratados. Deudas con solistas y directores invitados, algunos desde 2015. Suspensión de concursos de ingreso. Suspensión de giras nacionales e internacionales. Deudas por actuaciones extraordinarias. Históricamente, la sinfónica nacional tuvo un sueldo equivalente al del Colón. Por distintas circunstancias, hoy el sueldo de ingreso de la Sinfónica es de casi la mitad que el del Colón. Esto produce que para los concursos, los mejores candidatos se vayan al Colón. O a orquestas del interior, porque hoy por hoy la nuestra es la orquesta peor paga de todo el país”.
Los delegados Masssun, Hugo Asrin (contrabajista) y Carlos Cosattini (violinista) explican que el conflicto principalmente se desata por las deudas a músicos contratados, que “son compañeros que trabajan todos los días y no cobran, se suspendieron los concursos, tenemos uno de los sueldos más bajos de las orquestas del país, entonces se está produciendo un vaciamiento y estamos tratando de resolver la cuestión salarial, pero a la vez tenemos problemas coyunturales, que son las deudas”.
Sobre los conciertos y las giras canceladas, los artistas aseguran que “cuando hubo pequeñas salidas también fue un problema cobrar los viáticos, el funcionamiento administrativo es un desastre, siendo una orquesta nacional priorizamos las giras nacionales, porque para nosotros es muy importante la presencia de la orquesta en el interior del país”.
Asimismo los trabajadores aseguran que desde las autoridades del Ministerio de Cultura no han mostrado voluntad de resolver los problemas: “Nosotros presentamos una nota por mesa de entrada pidiendo audiencia y no tuvimos respuesta. Ya se han suspendido obras por falta de pago a las editoriales que alquilan las partituras, por ejemplo en la función del Teatro Colón. El director se ofendió y se fue, pero vino otro director y pudimos salvar el concierto. Nosotros priorizamos salvar el concierto porque es nuestra manera de visibilizarnos y llegar al público. Si la Orquesta Sinfónica Nacional hace un paro no se entera nadie, así que preferimos mostrarnos”.
En reuniones con los músicos delegados, el ministro Pablo Avelluto reconoció la problemática de la Orquesta, lo coyuntural y lo histórico, y se comprometió a impulsar las soluciones necesarias a través del contacto con el ministerio de Modernización y con el Jefe de Gabinete Marcos Peña, pero a las tres semanas de la reunión el titular de la cartera de Cultura echó a Fernanda Beltran, la funcionaria que estaba encargada de esta gestión.
Avelluto había anunciado 27 giras para los organismos durante 2016. El año pasado la orquesta hizo una sola, al norte del país. Este año, ninguna.