Redacción Canal Abierto | Del proyecto sólo se han conocido las líneas generales, pero ya logró un rechazo casi unánime de parte de los sectores involucrados.Tanto el gremio docente como las agrupaciones estudiantiles reaccionaron ante el programa “Escuela 2030” o «Secundaria del Futuro» que plantea modificaciones al sistema educativo porteño, como prueba piloto para luego nacionalizarlo.
Entre los trascendidos, se encuentran tres líneas conflictivas. La primera: la búsqueda de que los alumnos de 5º año de la escuela media trabajen, a través de la modalidad de pasantías, que no está claro si serían rentadas. Como respuesta, los alumnos de 16 escuelas de la Ciudad ya se encuentran tomadas por sus alumnos y es posible que el conflicto se extienda a otras instituciones.
Camila Kirchoff, alumna del Liceo 9, actualmente tomado, explica en diálogo con el programa Sobre la hora de Radio Splendid, explicó sus motivos: “Nosotros creemos que la reforma viene en detrimento de nuestra educación. En 5º año haríamos pasantías gratuitas, no obligatorias pero sí gratuitas, en empresas multinacionales u organizaciones. No somos mano de obra gratuita para las grandes empresas y no estamos de acuerdo con eso”.
La idea de incluir tempranamente a los jóvenes en el mundo laboral se relaciona con un perfil de estudiante en línea con las ideas que venía delineando el ex ministro de Educación porteño y nacional, Esteban Bullrich. Para la educadora y ex legisladora porteña Laura García Tuñón, “lo más grave es que están planteando que los chicos que se formen en el futuro tienen que hacerlo en la creatividad y en la adaptabilidad. Nosotros nos preguntamos adaptable a qué. En vez de formar un ciudadano crítico, transformador, alguien que piense por sí mismo cómo quiere transformar una sociedad y como quiere vivir en una sociedad contemporánea, están vaciando de contenidos pedagógicos a la escuela y lo plantean como una formación para el trabajo autónomo, emprendedor”.
Y agrega: “Hablan de que el 50% de los trabajos que hoy existen no van a existir y el chico que hoy se forme tiene que estar capacitado para desempeñarse en un trabajo que va a tener que crear él. La concepción que tiene esto es que si vos no conseguís trabajo es tu responsabilidad porque no te formaste”.
En esa línea, Kirchoff sostiene que esta reforma ve a los estudiantes “como ciudadanos modernos y dóciles”.
Por su parte, Jorge Adaro, secretario general de la Asociación de Docentes Ademys, asegura que estos programas “de emprendedurismo” significan que se va a preparar a los alumnos “para un proyecto individual de sálvese quien pueda”. “Bajo el eufemismo de pasantías, son trabajos no desde una perspectiva de formación, sino ajustados a los requerimientos de las empresas. Esto cuando empieza a emerger una crisis importante en el empleo, con desocupación, y con un sector juvenil que es el más castigado en la búsqueda de trabajo. Va a haber producción de las empresas con cero costo y en detrimento de los trabajadores que hoy tienen empleo”, afirma.
Desde el gremio también cuestionan la segunda de las variantes polémicas del proyecto. “Hay una afectación sobre las condiciones laborales de los docentes- explica Adaro-. Va a haber una pérdida importante de horas desde el momento en que el Gobierno plantea que el 30% de la carga horaria de los alumnos sería frente al profesor y después habría una suerte de ‘facilitador’. Esa reducción de horas cátedra va a impactar sobre la fuente laboral”.
Esta figura del facilitador, según lo que se pudo conocer del proyecto, es una especie de tutor que guiaría la construcción del conocimiento autónomo del alumnado, y que sería personal no docente con una formación de cuatro meses. “Lo que están intentando es sacar docentes y poner otros cargos por fuera de los estatutos y de la concepción pedagógica de un educador”, sostiene García Tuñón.
La Escuela 2030 también incluiría una formación por áreas, que abarcarían cada una varias materias. “Esta propuesta plantea una modificación de la escuela secundaria cuando hace muy poquitos años se había empezado con una modificación de la Nueva Escuela Secundaria (NES) que no se terminó de aplicar y que no se terminó de evaluar, que hizo también Mauricio Macri cuando era jefe de Gobierno porteño –recuerda la ex legisladora-. Las escuelas que empiecen a aplicar esta reforma van a tener un 1º año con la Escuela 2030, 3º y 4º año con la NES, y un 5º año con la vieja estructura, con lo cual vamos a tener una desarticulación dentro de cada una de estas escuelas”.
Desde la comunidad educativa, sin embargo, hay consenso en la necesidad de modificaciones y en los múltiples problemas que tiene el sistema actual. Sin embargo, el cuestionamiento radica en el cómo. “No hay duda de que el sistema educativo tiene deficiencias severas, más allá del esfuerzo que se ha realizado con alguna mejor inversión en materia educativa-asegura la ex titular de Ctera, Marta Maffei-. Pero no se han evaluado los cambios introducidos, los docentes no han sido consultados, no ha habido una verdadera participación dentro del sistema educativo. Creo que hay mucho para hacer, lo que no creo es que se pueda imponer y no creo en el criterio de una sola persona. Es un error muy grave”.
“No debe interpretarse como que hay una resistencia de los educadores al cambio, la resistencia es a la improvisación. Ni los chicos ni los docentes pueden ser usados. No hay derecho a usar a las personas en aras de propaganda política para iniciar un proyecto que no ha sido consensuado. Es necesario un piso mínimo de política de Estado en Educación Media, no puede ser una política de un gobierno, no puede durar cuatro años, la educación es un proyecto de largo alcance”, sintetizó Maffei.ç
Foto: A. D’Elia