Redacción Canal Abierto | El ministro de Trabajo Jorge Triaca entregó a los abogados de sindicatos y empresas un boceto de 12 títulos, 36 capítulos y un anexo que constituirían el proyecto de ley para una nueva reforma laboral.
A pesar de las declaraciones de CEOs y del propio Triaca, el documento se asemeja a una flexibilización como la implementada en Brasil, con puntos que atacan las conquistas obreras. Incluso se han encendido luces de alarma entre los mismos sindicalistas de la CGT que sonrientes acordaron con el Gobierno los aspectos menos ríspidos del plan.
“No hay ningún mensaje que favorezca la creación del empleo, favorece la destrucción del empleo y sin consecuencias. Es una ley hecha a medida de los empresarios, una transferencia directa del salario a la rentabilidad”, expresó el presidente de la Asociación de Abogados Laboralistas, Matías Cremonte.
A continuación, los puntos más importantes del proyecto.
- Un nuevo concepto del trabajo
El borrador define al trabajo como “la cooperación entre las partes para promover esa actividad productiva y creadora que constituye un valor social compartido, generador de derechos y deberes recíprocos, y una regla esencial de ejecución del contrato».
El intento de equiparar al trabajador y al empleador busca sentar un precedente opuesto a la jurisprudencia argentina que se ha pronunciado, mayormente, por la debilidad de los trabajadores en relación a sus patrones y por ello en la necesidad de preservar los derechos de aquellos por sobre los de estos
- Facilita peores condiciones laborales
Un trabajador no puede renunciar a lo estipulado en la ley de Contrato de Trabajo, ni en el convenio colectivo ni en el contrato individual. Es decir, no puede establecer condiciones de trabajo inferiores a las establecidas por la ley.
El texto propuesto, por el contrario, habilita a que un trabajador renuncie a ese derecho, promoviendo de este modo la negociación de acuerdos a la baja.
Asimismo, otro artículo del borrador flexibiliza el criterio de «ius variandi» que prohíbe la modificación unilateral de las condiciones de trabajo. Si eso ocurriera bajo la reforma, un trabajador solo podrá ser indemnizado pero no accionar en el fuero laboral con posibilidad de reponer sus condiciones previas
- Blanqueo patronal
Se condonará de multa y acciones penales a los empleadores que regularicen la relación contractual de sus trabajadores. Si lo hacen durante los primeros seis meses no tendrá costo. Pasado ese tiempo tendrán un descuento del 70%.
A aquellos empleados blanqueados se les reconocerá hasta 60 meses de aportes previsionales que no serán tenidos en cuenta a la hora del cálculo jubilatorio.
Las adicionales por indemnización, que eran las multas aplicadas a la patronal, ahora serían transferidas a la ANSES y no al trabajador
- Rebaja de aportes patronales
A partir de 2018 los empleadores no pagarán cargas –excepto las de obra social- en salarios de hasta $2300. En 2020 el piso se elevará a $4600 más inflación. En 2021 a $9200 más inflación y en 2022 a $11.500 en bruto más inflación. Desde entonces el mínimo no imponible se ajustará por el costo de vida. El aporte que no haga el empleador lo realizará le Estado nacional
- Limita las horas extras
Incorpora la modalidad de trabajo a tiempo parcial, lo que habilita al patrón a reducir arbitrariamente una jornada laboral para recuperarla otro día. Este “banco de horas” atentaría contra el cobro de horas extras en jornadas extendidas
- Aminora las indemnizaciones
El cálculo pasaría a estar hecho sólo en base al salario, sin tener en cuenta aguinaldo, horas extras, comisiones, premios o bonificaciones y todo tipo de pago no regular
- Crea un fondo para el despido propio
Sindicatos y empresarios podrían acordar una especie de seguro de desempleo al que aporten empresarios y trabajadores para hacer frente a sus propios despidos
- Reduce el periodo para hacer juicio
Las causales de demandas contra los empleadores pasarían a prescribir de los 24 meses a un año. La última dictadura militar lo había reducido de cuatro años a 24 meses. Abogados laboralistas advierten que también podría limitarse el tiempo de análisis de un juicio
- Alienta las tercerizaciones
El texto frena los juicios por solidaridad: significa que un trabajador tercerizado sólo podrá demandar a su empleador directo y no para el que desarrolla la actividad. Esto se aplicará y perjudicará mayormente a los empleados de limpieza, mantenimiento, seguridad, servicios médicos, gastronomía e informática
- Salario
Prohíbe la incorporación de sumas no remunerativas
- Trabajador independiente
El borrador crea una nueva figura disociada de la ley de Contrato de Trabajo que le permite el empleo de hasta cuatro colaboradores. Abogados laboralistas insinúan que este modelo flexibilizado de contrato está orientado a los talleres o contratistas de grandes constructoras
- Contratos basura
El documento crea un sistema de relaciones contractuales precarias para jóvenes profesionales a quienes se les ofrece realizar tareas por un máximo de 30 horas semanales extensivas, excepcionalmente, a diez horas más
- Más licencias
Seguramente se extenderán las licencias por paternidad a 15 días; por matrimonio, a 10 días; por muerte de cónyuge, padres o hijos, a 3 días, y de un hermano, a un día. Por examen podrán tomarse licencias de dos días con un máximo de 10 días totales por año. Y se permitirán licencias de 30 días corridos por año sin goce de sueldo
- Cerco a las prestaciones médicas
Por pedido de la CGT y las empresas de salud se crea la Agencia Nacional de Evaluación de Tecnologías de Salud, que establecerá qué prácticas y remedios estarán cubiertos en los planes de salud. Su decisión es vinculante y, de esta manera, se busca reducir la cantidad de juicios de usuarios por servicios no cubiertos
- Menos sindicatos
Un artículo prevé verificar las habilitaciones de los 3263 sindicato. Desde hoy el Ministerio de Trabajo intimará a las organizaciones que en los últimos cinco años no hayan cumplido sus obligaciones legales y estatutarias a regularizar su situación en un mes. De no hacerlo, serán dadas de baja
ilustración: Marcelo Spotti