Redacción Canal Abierto | Luego de cortar la autopista Ezeiza-Cañuelas, los trabajadores de Cresta Roja movilizaron al Obelisco, en pleno centro porteño, para visibilizar la crítica situación que vive la empresa.
Canal Abierto habló con Leonardo Sandoval, delegado de Planta 2 de Cresta Roja, quien denunció: “Estamos en una situación compleja desde hace dos años. Trabajamos en pésimas condiciones, con promesas incumplidas de parte del Gobierno y la empresa. Ahora no nos están trayendo pollos para faenar y hace una semana que está parada la empresa. Somo 1400 trabajadores sin actividad. No sabemos cuándo se van a retomar las tareas”.
“Mientras el Gobierno le da subsidios a su empresario amigo, los trabajadores no vemos los beneficios, entonces, si no se pueden hacer cargo que se retiren”, aseguró.
“No tenemos comunicación ni resoluciones por parte del Ministerio de Trabajo. Nadie nos atiende, estamos a la deriva. Estamos esperando que desde el Gobierno le den un tirón de oreja a Santiago Perea (gerente de Ovoprot, una de las empresas que se quedaron con la empresa) para normalizar la situación”, señaló Sandoval.
Los trabajadores también afirmaron que todavía no se pagaron en tiempo y forma las vacaciones.
Antecedentes del conflicto
Luego de haber atravesado apuros financieros gracias a un desmanejo de Rasic SA, entonces a cargo de la empresa, la avícola Cresta Roja entró en una crisis profunda que terminó con la quiebra a fines de 2015, luego de haber recibido ayuda estatal por más de un año.
Entonces, otro grupo empresario se hizo cargo de la firma. Proteinsa SA (compuesta por Ovoprot, Tanacorsa y Grupo Lacau) ganó en octubre de 2016 la compulsa para quedarse con la avícola que llegó a faenar, en sus mejores épocas, hasta 400.000 pollos por día. Tras casi 10 meses de haber tenido la administración y explotación temporal de Cresta Roja, completó su adquisición por US$120 millones, al imponérsele a Avícola Del Plata, comanda por Granja Tres Arroyos.
El presidente Mauricio Macri junto a la gobernadora María Eugenia Vidal habían visitado la planta en su reapertura en mayo de 2016, rodeados por un fuerte operativo policial. La presentaron como un símbolo de la reactivación que comenzaría con su gobierno. Ese día, con la mitad reincorporada de los obreros de fondo, el Presidente vetó la Ley Antidespidos por considerarla “antiempleo”.