Redacción Canal Abierto | La masacre de Pergamino es, hasta la fecha, la mayor tragedia en la historia de las comisarías bonaerenses. Los siete jóvenes muertos fueron el saldo de una situación confusa que la versión policial buscó explicar como una gresca entre detenidos por el ingreso de dos acusados de abuso sexual, y los mensajes de los reclusos a sus familiares relatan como el final anunciado de la golpiza policial que estaban recibiendo.
De todas formas, las pruebas que constan en la causa dan sobrada cuenta de la responsabilidad de los funcionarios policiales por las muertes de los siete jóvenes en el incendio de la comisaría 1ª.
Por eso, la justicia ha dictado la prisión preventiva a los cinco policías imputados, que además fueron exonerados por la Auditoría General de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad bonaerense. Mientras tanto, el comisario Alberto Donza —principal responsable y también exonerado— continúa prófugo de la justicia desde hace 11 meses.
Considerando todo esto, es inminente la elevación a juicio de la causa. Durante todo este tiempo se mantuvo vigente en las calles el reclamo de justicia. A un año de la masacre, los nombres de Sergio Filiberto, Fernando Latorre, Franco Pizarro, Alan Córdoba, Juan José Cabrera, Jhon Claros y Federico Perrota siguen presentes.
Para la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), se trató de una tragedia anunciada. “El sobrencarcelamiento y hacinamiento” de los presos en la Provincia de Buenos Aires es la principal causa de las muertes; y el responsable excluyente, el gobierno encabezado por María Eugenia Vidal.
“Las únicas causas de este lamentable hecho son el sobrencarcelamiento y el hacinamiento en el que se encuentran los lugares de encierro en la Provincia, producto de una política criminal largamente denunciada desde la CPM”, sostiene el comunicado. Y afirma que “el colapso del sistema penal que vulnera sistemáticamente los derechos de las personas es evidente”, y alerta sobre que “no es posible hablar de motín intentando de este modo responsabilizar a quienes clara y evidentemente son víctimas”.
Los precedentes de este incendio avalan la postura de la CPM. En enero de 2000, tres detenidos murieron en una comisaría platense. Al año siguiente, otros tres fallecieron en una seccional de Hudson, Berazategui; en 2004, la tragedia se cobró la vida de cuatro adolescentes en una comisaría de Quilmes; y cinco años después otros cuatro murieron en los calabozos de una comisaría de Lomas del Mirador. En todos los casos, las muertes sucedieron a causa de incendios y los reclusos superaban la capacidad del lugar.
En el caso de Pergamino, había 19 presos en calabozos que, según afirman los abogados de las víctimas, estaban superpoblados.
A principios de 2015, el organismo presentó una medida cautelar ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos “por el estado de hacinamiento y superpoblación y la práctica sistemática de la tortura en las comisarías bonaerenses” que, meses más tarde, la Suprema Corte de Justicia de la Provincia avaló en un informe.
Según las cifras presentadas en el X Informe Anual de la CPM, “El sistema de la crueldad”, durante 2015 la superpoblación en comisarías alcanzó, en algunos casos, un 500%. En toda la provincia, hay 1.060 camastros para más de 3 mil detenidos.
Marcha y reclamo por justicia
Junto a familiares y amigos de las víctimas, la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) participará de las jornadas de lucha y memoria que se realizarán en Pergamino el 2 y 3 de marzo. Además estarán presentes unos 150 integrantes de la red de familiares víctimas de violencia institucional de la CPM en lo que será una masiva movilización por el primer año de la masacre.
Este viernes a las 17 horas los familiares de los siete jóvenes encabezarán la marcha que partirá desde la plaza 9 de julio hacia la comisaría 1ª. Allí, se colocará una placa marcando el lugar de la Masacre y en la memoria de las víctimas. La dependencia policial ya está señalizada por haber sido un centro clandestino de detención durante la última dictadura militar.