Redacción Canal Abierto | El progreso nos genera una ilusión de practicidad. Lo hacemos todo nosotros mismos: más sencillo, más rápido y, sobre todo, más barato. Pero no siempre es cierto que los servicios ofrezcan mayor calidad cuando están mediados por máquinas, ni que ser atendidos por trabajadores y trabajadoras precarizados y mal pagos impacte en el precio. Sin embargo, hay algo que siempre es cierto: cada vez que el mercado es completamente libre, la clase trabajadora será la que pierda.
Un informe sobre las llamadas APPs que llegaron al país e inauguraron un rubro: la explotación laboral digital.