Redacción Canal Abierto | La “aparición” del joven que hasta ahora sólo se conoce como el Nieto 122, representa una nueva derrota de aquel plan macabro de la dictadura que suponía, como fin último, luego de vencer a la guerrilla y a las organizaciones populares y desaparecer a sus militantes, tomar como botín de guerra a sus hijos y criarlos lejos de las ideas revolucionarias de sus padres, eliminando todo rasgo de subversión de su identidad.
En este caso, el hijo de Iris García Soler y de Enrique Bustamante podrá recuperar su propia historia y conocer finalmente a su familia biológica.
El Padre
Enrique Bustamante, alias El Lobo, tenía 25 años, integraba en el área de Logística de Montoneros y trabajaba en las villas de Barracas y en los inquilinatos de la zona. Había nacido en junio de 1951 en Buenos Aires, hizo la secundaria en el colegio “Revolución de Mayo” y el servicio militar obligatorio en el Regimiento I de Patricios.
La Madre
Iris Nélida García Soler tuvo varios apodos, «Tita», «Pajarita», «Suzuki», pero se la recordará como “La Lobita” el nombre que sus compañeros de cautiverio le asignaron en sus últimos días por la identificación con su compañero.
Había nacido el 15 de mayo de 1952 en Mendoza y era estudiante de Sociología. Militante de la Juventud Universitaria Peronista (JUP) primero y de Montoneros después. Trabajaba en las villas de Barracas y San Telmo. Cuando fue secuestrada con su esposo cursaba un embarazo de 3 o 4 meses.
El padre de Iris, coronel retirado del Ejército, se comunicó con la jerarquía militar y el coronel Manuel Alejandro Morelli (jefe hasta que falleció en 1979 de la Superintendencia de Seguridad Federal, bastión de la represión en la Capital Federal) le dijo que no la buscara más.
El secuestro
Ambos fueron capturados el 31 de enero de 1977 por una patota de la PFA, en la pensión de la calle Tacuarí al 400 donde vivían. Fueron llevados al Centro Clandestino de Tortura y Desaparición “Club Atlético”, que funcionó en el cruce de Paseo Colón y San Juan, en el barrio porteño de San Telmo.
El Atlético funcionaba en el sótano de un edificio que pertenecía al Servicio de Aprovisionamiento y Talleres de la División Administrativa de la Policía. Fue parte del circuito de claustros de exterminio de la Federal, que completaban “Olimpo” y “Banco”, y en 1978 fue demolido por las obras de la autopista.
Cuando el embarazo de Iris estaba en la etapa, final ambos fueron trasladados a la ESMA, donde ella dio a luz a un varón del que fue separada inmediatamente. Luego los devolvieron a Atlético, donde su rastro se perdió.
El Hijo / Nieto
Según trascendió, el joven tiene 39 años y dos hijos. Por estos días está haciendo el primer contacto con su familia.
Alicia, la prima hermana de Iris, adelanto la noticia en las redes sociales: “Quiero compartir esta emoción e indescriptible alegría que acabo de vivir al conocer que ha sido encontrado mi sobrino apropiado. Imaginarán la enorme felicidad de toda la familia al saber que pronto este joven podrá conocer a su familia biológica después de una larga espera y quizás una eterna búsqueda”.