Redacción Canal Abierto | Las escuelas bonaerenses están de paro. Los médicos de todo el país, también. Los estatales se plegaron a una jornada de huelga y movilización y la CTA Autónoma marchó por las calles de todo el país para denunciar el empobrecimiento de los sectores populares. La conflictividad social que late entre los trabajadores tuvo su representación de la mano de algunos de los gremios más numerosos, con reclamos que podrían resumirse en pocas palabras: ajuste sobre los salarios.
El paro de los estatales, agremiados en ATE, tiene como objetivo repudiar las bonificaciones por presentismo y productividad que el Gobierno acordó con UPCN y condiciona los salarios –algunos de los cuales están entre los más bajos del mercado laboral- a una asistencia perfecta que no contempla licencias por enfermedad, y a una productividad complicada de medir en las tareas sociales. El paro fue acompañado de una vigorosa movilización que terminó con un acto frente al Congreso.
Allí, el secretario general de ATE, Hugo Godoy, sostuvo que «el pueblo argentino no se resigna a que como ovejas nos lleven al abismo de la destrucción de nuestra sociedad y nuestras conquistas nacionales. Tenemos dignidad y así como hicimos dar marcha atrás al 2×1 que quería reinstalar la impunidad, hoy decimos con fuerza que este paro y movilización es solamente una pequeña parte de la lucha que habrá de continuar en los próximos días».
En el mismo sentido, las consignas de la jornada de hoy también incluyeron la defensa de los Convenios Colectivos de Trabajo, y la exigencia de un salario mínimo, vital y móvil para los municipales, el pase a planta permanente de los precarizados, y la reincorporación de los despedidos. Además, enfatizó el repudio a la persecución a los representantes sindicales, de la cual el gremio ha sido víctima en la figura de los dirigentes de ATE Río Negro Rodolfo Aguiar y Aldo Capretti, detenidos el 24 de mayo por manifestarse en rechazo del Plan Castello que endeuda la provincia en casi 600 millones de dólares.
En tanto la Federación Sindical de Profesionales de la Salud de la República Argentina (FESPROSA) llevó adelante una jornada de protesta con paro y un acto central frente al Hospital Garrahan en rechazo al acuerdo salarial firmado por UPCN. “No hay ningún tipo de diálogo con el ministro de Salud Jorge Lemus”, afirmó el titular de la entidad, Jorge Yabkowski. También denuncian que en Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires, entre otras provincias, hay conflictos abiertos con los gobiernos tanto por lo salarial como por las condiciones laborales. Con éste, sería el paro 22 en lo que va de 2017.
Los judiciales bonaerenses, agremiados en la Asociación Judicial Bonaerense, también pararon hoy y continuarán mañana en protesta por la oferta oficial de un aumento del 20% anual en tres tramos.
Por su parte, el Frente de Educadores Bonaerenses que nuclea a los principales gremios lleva adelante una huelga de 24 horas luego de haber recibido anteayer una nueva oferta laboral por parte del gobierno de María Eugenia Vidal muy lejana del 35% que piden los gremios. En este caso, se trata de un 21% de aumento en dos cuotas, un punto porcentual más que en la última propuesta recibida el 2 de mayo. «Nosotros queremos seguir discutiendo. Es verdad que el Gobierno ya formuló nueve propuestas, pero con variaciones de $ 50 a $ 98 entre una y otra. Es una vergüenza«, detalló Mirta Petrocini, titular de la Federación de Educadores Bonaerenses.
Este paro coincide con la jornada de lucha de la CTA-A, cuyo secretario adjunto, Ricardo Peidro, afirmó que, mientras se está convocando a una nueva ronda del Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil, lo que harán será “comunicar un nuevo acuerdo con criterios establecidos por las patronales y el Gobierno que dejarán a la mayoría de los trabajadores y trabajadoras por debajo de la línea de pobreza”.
Foto: Luciano Dico