Redacción Canal Abierto | Por mayoría absoluta, la Legislatura porteña aprobó esta tarde el proyecto de ley para que la comisión inmobiliaria, los pedidos de informe y las certificaciones de firma las pague el dueño de la vivienda y no el inquilino. Una bocanada de oxígeno para el 35% de los porteños inquilinos, sin contar aquel 11% que vive en villas, ni el porcentaje residente en pensiones y hoteles.
Durante los últimos diez años, los locatarios pagaron dos meses de comisión, aún cuando la ley vigente (que se acaba de modificar) establecía un tope máximo de un mes de alquiler.
Desde hace quince años se construyen torres a un una proporción incesante más grande que el número de habitantes. No obstante, en la ciudad de Buenos Aires existe sólo un departamento o casa cada 2,3 vecinos. ¿Hacen falta más viviendas?
El mercado inmobiliario respondería que sí, pero Gervasio Muñoz, presidente de la Asociación Civil Inquilinos Agrupados, sostiene que el problema es la concentración del negocio y la falta de regulación estatal. Una sola persona, Eduardo Elsztain, presidente del Banco Hipotecario y del Grupo IRSA, es dueño de la mitad del parque habitacional.
Peor suerte ha tenido el proyecto de ley promovido por la organización en el Congreso de la Nación. A pesar de haberse aprobado en el Senado, Diputados tiene cajoneado todavía el tratamiento que regula el precio de alquileres al índice inflacionario y salarial y la extensión contractual a tres años.
¿A qué se debió el abusivo aumento de precios durante la última década? ¿Cómo es la situación en el resto del país? ¿Quiénes son los actores que junto con Elsztain monopolizan el mercado? Las respuestas a estas y otras preguntas, en esta entrevista completa.
Entrevista: Pablo Bassi