Por Gladys Stagno | Esta mañana, un comunicado de trabajadores del Correo Argentino comenzó a circular por Whatsapp. “¿Hasta cuándo nos van culpar de este papelón internacional a los trabajadores del Correo? No tenemos nada que ver con este bochorno”, comienza el mensaje.
Luego aclara que hoy a la madrugada se paró el conteo “por orden del Ministerio del Interior” y que la carga de datos “corresponde a una empresa privada”. “Busquen ahí a los responsables de este fraude”, señala. El fraude al que los trabajadores hacen referencia es una modalidad de manipulación nueva, Cambiemos ad hoc. En este caso, no se trató de cambiar el resultado definitivo, sino el parcial, a los efectos de montar un show que permitiera construir un escenario triunfalista sin los votos del triunfo.
Pasada la 1 AM, cuando el escrutinio provisorio fue repentinamente suspendido, la lista de senadores de Cambiemos en la Provincia de Buenos Aires, que encabezaban Esteban Bullrich y Gladys González, cosechaba el 34,19% de los votos contabilizados, en tanto que Unidad Ciudadana, con Cristina Fernández de Kirchner y Jorge Taiana como cabezas de lista, sumaba el 34,11%, luego de haber achicado una diferencia que comenzó con más de 6 puntos porcentuales.
En términos generales, una diferencia de este tenor no se revierte si los datos son cargados aleatoriamente. Pero cuando la carga se paró, todo indicaba que la posibilidad de que eso ocurriese era cuestión de tiempo: desde las 21, cuando terminó su discurso el presidente Mauricio Macri en el búnker de Cambiemos, los números de Bullrich comenzaron a bajar en cada actualización y los de la ex presidenta, a crecer.
La explicación es más seria que lo que se permite decir el comunicado de los trabajadores del Correo. “A los compañeros se los instruyó para que cargaran los resultados de los telegramas en una aplicación para el celular donde los resultados se automatizaban más rápido que en la carga oficial. Después fueron apretados por delegados del sindicato y jefes comunales para que cargaran primero los telegramas favorables a Cambiemos”, relata uno de ellos, que prefirió reservar su identidad por temor a las represalias, en diálogo con Canal Abierto.
El sindicato que nuclea a los trabajadores del Correo es Sitracyt y algunos de los intendentes, según la fuente, son kirchneristas. El dato no sorprende. Hace pocos días, en una nota de Infobae, el escritor Jorge Asís aseguró que Eduardo Duhalde le sugirió a María Eugenia Vidal “desdoblar las elecciones”. De esta manera, los jefes comunales podrían apoyar sus listas de concejales sin tener que jugarse obligatoriamente por CFK, ya que en sus distritos «ella mide mucho más de lo que ellos prefieren”.
Por su parte, la aplicación en cuestión se llama Tablero de Control y figura en Google Play como un producto del Grupo MSA S.A., la misma empresa que proveyó del sistema de voto electrónico a Salta y la Ciudad de Buenos Aires. Según sostuvo el especialista Javier Smaldone en su página personal, el servidor de MSA lleva a direcciones IP del servicio Couldfront de Amazon, lo que significa que está fuera del territorio argentino, donde nuestra Justicia Electoral no tiene competencia.
Más allá de esta irregularidad y de la contabilización paralela, los empleados relatan que, para la madrugada, la aplicación dejó de funcionar repentinamente cuando CFK superó a Bullrich. Luego llegó la indicación del Ministerio que conduce Rogelio Frigerio y los telegramas que faltaban -poco más del 4%, en su mayoría de la tercera sección electoral- no pudieron ser cargados. El sistema oficial nunca llegó a reflejar este resultado.
“Si esto le hacen a Unidad Ciudadana, imaginate lo que nos hacen a los partidos chicos”, se pregunta la fuente, militante de una organización partidaria minoritaria.
Si bien la mayoría de los encuestadores vaticinó una elección donde 1País, de Sergio Massa, superaba los 20 puntos y la lista de Cambiemos apenas pasaba los 30, en casi todos los casos Unidad Ciudadana ganaba la elección. Ahora habrá que esperar diez días para saber si, en realidad, se equivocaron.