Redacción Canal Abierto | El Gobierno anunció este miércoles el segundo aumento anual para jubilaciones, pensiones y beneficiarios de la AUH ordenado por la Ley de Movilidad, con un ajuste del 13,32%. La presentación fue hecha con bombos y platillos desde Anses pero, en la práctica, significó un módico alivio para los castigados bolsillos de los sectores más vulnerables de la sociedad.
Para el economista que coordina el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP), Claudio Lozano, “el gobierno anunció con sonrisas, aumentos insuficientes para nuestros pibes y nuestros jubilados”.
Según el informe elaborado por el instituto, titulado Aumento de asignaciones y jubilaciones, ¿es preferible reír que llorar?, “mientras uno de cada dos pibes se encuentra en situación de pobreza, el aumento en las asignaciones implica darle $166 más por mes, o lo que es lo mismo $5 más por día a cada pibe. En el caso de las jubilaciones, el aumento del haber mínimo que cobran más de la mitad de nuestros jubilados, equivale a $28 por día”.
En el caso de los jubilados, el aumento del haber mínimo que cobran más de la mitad equivale a $28 por día “en un contexto donde mientras la mínima se ubica en $ 7.246, la canasta de un jubilado asciende a $ 16.650 para junio de este año y tuvo incluso un aumento del 17,2% en los primeros seis meses (claramente por encima del promedio de los precios). Es decir que un jubilado, cuando cobre el aumento, podrá satisfacer apenas el 43% de sus necesidades”, resume el estudio.
En el mismo sentido se pronuncia el Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda, que establece un deterioro del poder adquisitivo de los jubilados –de noviembre de 2015 a agosto de este año- en todos los rubros, encabezados por los servicios públicos (-69,5%), y seguido de cerca por los medicamentos (-58,4%).
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