Redacción Canal Abierto | Pese a que el huracán Irma no llegó a sus costas, las provincias de Buenos Aires y La Pampa están bajo el agua. Desde hace semanas que la zona rural en las inmediaciones del Río Salado está inundada, pero las intensas lluvias de fin de semana acentuaron el problema que ya afecta a localidades del Conurbano y ocasionó unos 500 evacuados.
Las zonas más afectadas son Quilmes, La Plata y Pilar. En el último de estos distritos, se calcula que llovieron 120 milímetros lo que ocasionó que desbordaran el Río Luján, Arroyo pinazo, Burgueño, Garín, La verde y Santa Águeda. En algunas casas el agua llegó casi hasta las ventanas.
En La Plata, hay cortes de luz y rebalsaron los desagües pluviales y el drenaje se ralentó.
En tanto en Quilmes, la zona más afectada es Bernal, Quilmes Oeste y el barrio Sola con calles inundadas, caída de árboles y postes de luz, y crecida del arroyo Las Piedras.
También se vieron afectados los partidos de La Matanza, Berazategui y Cañuelas.
Por su parte, el campo estimó pérdidas por 1500 millones de dólares, según cálculos de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carpab).
A principios de mes un informe de esta entidad relevaba 8 millones de hectáreas inundadas en la zona que concentra el 25% de la agricultura y el 26% del ganado vacuno del país, y el 60% de la producción lechera bonaerense. Con las recientes lluvias “se espera que 1,2 millones de hectáreas queden sin poder ser sembradas”, calcula Carpab en su reporte. La situación también podría contraer la oferta de carne, y elevar los precios.