Redacción Canal Abierto | Este lunes Benjamín Netanyahu llegará a Buenos Aires, y el martes al mediodía será recibido por Mauricio Macri. De la reunión participará el presidente de Paraguay, Horacio Cartes. Se trata de la primera visita a nuestro país de un primer ministro del Estado hebreo desde su fundación, en mayo de 1948.
Netanyahu se dejará ver en la plaza conmemorativa “Embajada de Israel” y en el edificio de la AMIA, los lugares de los atentados de 1992 y 1994, respectivamente.
Argentina es el país donde vive la mayor comunidad judía de América Latina, y está entre las cinco más grandes del mundo. El viaje continuará por Colombia, México y Nueva York, donde sesionará la Asamblea General de la ONU.
En contra
En los últimos días dos organizaciones judías expresaron su rechazo a la visita de Netanyahu: J-AmLat Argentina, una agrupación que se identificada con el Estado de Israel y la defensa de su existencia, convocó “al gobierno de Israel a establecer inmediatas negociaciones con la Autoridad Palestina bajo la fórmula de ‘dos Estados para dos pueblos’”.
Por su parte, el Llamamiento Argentino Judío consideró que Netanyahu es el “máximo responsable de la continuidad de las políticas coloniales de ocupación del territorio palestino”. Su visita oficial “supone el estrechamiento de alianzas con gobiernos neoliberales que privilegian políticas decididamente anti-populares», sostuvo la agrupación en un comunicado firmado por su presidente, el periodista y ex presidente de la DAIA, Jorge Elbaum.
La presidenta de la Federación de Entidades Palestinas en Argentina, Tilda Rabi, explicó a Canal Abierto que “para la diáspora palestina en Argentina la presencia de un genocida como Benjamín Netanyahu es una afrenta no sólo a los palestinos sino también al pueblo argentino, porque hay acuerdos entre este gobierno actual e Israel en materia de venta de armas, sabiendo que los palestinos somos conejillos utilizados para la represión, la exclusión y la limpieza étnica”.
Además, la dirigente calificó al premier israelí como un “criminal de guerra”, ya que “desde la conformación misma del Estado de Israel en 1948, él participaba en grupos para-militares terroristas que asesinaban palestinos con sus propias manos”.
Tilda Rabi se refirió por último al carácter comercial de la reunión entre los jefes de Estado, y lo relacionó con intereses de Israel sobre Argentina, reflejados en la comitiva de más de 30 grandes empresarios que llegarán este lunes a Buenos Aires desde Israel.
Sergio Burstein, uno de los familiares de víctimas del atentado a la AMIA, le dijo hace unos días a este medio que “sería interesante que el presidente Macri le exija que de una vez por todas Israel colabore con Argentina y permita que los ex embajadores declaren ante la Justicia de nuestro país. Ya lo hicieron en notas periodísticas asegurando que Israel sabe quiénes fueron los responsables de los atentados y que ya se habían encargado de ellos”.
El diputado nacional del Frente de Izquierda Juan Carlos Giordano presentó un oficio de rechazo a la visita, recordando que Netanyahu “impuso al Mercosur un tratado de libre comercio”.
La Federación de Entidades Argentino-Árabes en Buenos Aires emitió un comunicado en que critica la declaración de “Ciudadano Ilustre” para el premier Israelí, aprobada por la Legislatura porteña a propuesta de la diputada del PRO Mercedes de las Casas. Toda la oposición votó en contra.
Contexto
La reunión entre Macri y Netanyahu se da en una renovada relación entre ambos estados, que comenzó a hacerse tangible en 2016 cuando se encontraron en la cumbre económica de Davos (foto de portada). Los presidentes siguieron el contacto por vía telefónica y, en marzo, el israelí le agradeció al argentino haber recibido en la quinta de Olivos a familiares de víctimas y sobrevivientes del atentado a la embajada.
Macri dejó sin efecto el memorándum de entendimiento con Irán firmado por el gobierno anterior por la causa del atentado a la AMIA, en sintonía con los intereses de Israel sobre la dirección de la investigación.
El año pasado, además, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, viajó a Tel Aviv con su secretario Eugenio Burzaco para participar en una cumbre internacional de jefes de seguridad interior y ciber-seguridad. Fue el comienzo de una controvertida negociación para la compra de lanchas patrulleras, en detrimento de las que pueden construirse en Astillero Rio Santiago.
El hebreo es uno de los pocos países que en la Asamblea General de la ONU vota en contra de la posibilidad de que Argentina y el Reino unido puedan discutir en el ámbito diplomático la soberanía de las Islas Malvinas.
Acuerdos
Entre los textos que se rubricarán hay un acuerdo de seguridad y ciber-seguridad, de combate al terrorismo y al narcotráfico, áreas en las que en realidad los dos países ya trabajan junto a otros de cooperación aduanera y comercio.
Argentina e Israel mejoraron desde la asunción de Macri los términos de intercambio políticos y comerciales: se firmaron alianzas de cooperación tecnológica, hubo avances en agroindustria con visitas de empresarios de ambos países, y de aviación civil en el marco de un convenio reciente por el cual Aerolíneas y El Al (la aerolínea nacional de Israel) unirán Buenos Aires y Tel Aviv con escala en Madrid o Barcelona.
Marchas
El jueves pasado se realizó una conferencia de prensa en la sede porteña de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, donde referentes de organismos y organizaciones sociales expresaron el rechazo a la llegada de Netanyahu a la Argentina y anunciaron actividades que incluirá una marcha de protesta hasta la sede actual de la embajada israelí, sobre la Avenida de Mayo al 700.
El la actividad estuvo presente Nora Cortiñas, referente de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, que aseguró que los de Netanyahu “son gobiernos que viven torturando pueblos, son dictaduras civiles manejadas desde Estados Unidos”.
El jueves por la noche la organización Asambleas del Pueblo denunció que dos militantes que pegaban afiches contra la visita de Netanyahu fueron secuestrados por cinco personas de civil que los introdujeron en la embajada de Israel (Chacabuco y Avenida de Mayo), donde los golpearon y amenazaron.