Redacción Canal Abierto | En la era Cambiemos, y según datos de la agencia internacional Bloomberg, Argentina lidera el ranking de colocación de deuda emergente, incluso por encima de China. De enero de 2016 a septiembre de este año, nuestro país ha colocado 41.921 millones de dólares de deuda. Este mecanismo es, según el economista Alejandro López Mieres, “la única herramienta de política económica que le da sustento al macrismo”.
El especialista en mercado financiero del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP) analiza dos variables que vaticinan un mal pronóstico. Por un lado -y siguiendo aquella declaración del entonces ministro de Hacienda y Finanzas Afonso Prat Gay “las deudas se pagan con deudas”- endeudarse es “para la racionalidad del Gobierno el mecanismo natural” y eso nos vuelve más vulnerables. “Para el sector financiero internacional Argentina es una fuente de utilidades porque convive con altas tasas de interés y lo ven como un suculento negocio”, afirma López Mieres. Y agrega: “Desde el punto de vista político, un país endeudado es más frágil y extorsionable. La deuda es otra forma de disciplinamiento social”.
La deuda que contrajo Argentina durante la última gestión representa un 7% del total que han contraído los diez mercados emergentes que lideran este ranking durante el mismo período (US$ 596.398 millones), e incluyen a China, Corea, México, Arabia Saudita, Indonesia, Rusia y Turquía. Y en relación a su capacidad de pago la cuenta es más abrumadora. “Se calcula que en 2017, Argentina va a terminar con más del 60% del PBI de deuda. Para tener una idea comparativa, la crisis de 2001 ocurrió con el 52%. En dos años, la incidencia de los intereses de deuda prácticamente se duplicó respecto del PBI”, afirma López Mieres.
La segunda variable es la escasez de divisas, necesarias para el pago. El cambio en la política de endeudamiento que impulsó Cambiemos consistió en dejar de tomar deuda intra sector público –como hacía el kirchnerismo- para endeudarse en el exterior. La diferencia radica en que aquella era una deuda contraída con el Banco Central vía emisión, vía utilidades y uso de reservas, ésta es en dólares.
“Este gobierno tienen la política de endeudarse en el exterior para cubrir el déficit de cuenta corriente que hoy es récord. Muy pocas veces en la historia argentina el déficit de la balanza comercial fue negativo en 6 mil millones de dólares como lo será a fin de este año. A ese se suman otros déficits, como el del turismo y la fuga, y llegarán a alcanzar a los 25 mil millones de dólares en 2017 –explica López Mieres-. Para pagar la deuda con agentes del exterior no solamente tenés que tener los pesos para comprar los dólares, sino también los dólares, y en este momento Argentina no los tiene por la gran fuga de capitales que tenemos”.
Una política económica basada en endeudamiento tiene ganadores y perdedores. Entre los primeros, se cuenta el sector financiero, pero entre los segundos están los más vulnerables de la sociedad. “La moraleja de toda historia es que el Gobierno, y esto se ve en el Presupuesto 2018, pretende hacer una ajuste importante vía tarifazo, vía reducción de los salarios reales del sector público. Y así y todo, con mucha suerte, bajará un punto del déficit fiscal y ni siquiera van a poder compensar el aumento de los intereses de la deuda que ya está ocurriendo”, resume el experto.