Redacción Canal Abierto | La marcha que cada jueves a las 15.30 Madres de Plaza de Mayo realizan alrededor de la pirámide hace 40 años volvió a tener hoy como reclamo principal el pedido de justicia por la desaparición forzada de Santiago Maldonado. Luego de las confusas convocatorias, desmentidas y finalmente cancelaciones para la movilización de ayer, no exentas de operaciones de medios oficialistas y redes sociales que sin embargo no impidieron que un puñado de agrupaciones se hicieran presente en la plaza como acto reflejo, la de hoy fue una jornada multitudinaria, con un llamado de los organismos más convocantes, en la que se sintió el nudo en la garganta y la bronca contenida que representa para el movimiento de derechos humanos y una porción de la sociedad la aparición del cuerpo en el río Chubut, el martes pasado.
Las organizaciones sociales, políticas, estudiantiles y gremiales ocuparon la mitad de la plaza que el Gobierno y la policía dejaron habilitada, luego de vallar la Casa Rosada, la Casa de la Provincia de Chubut y de suprimir los francos `hasta nueva orden´ a todas las fuerzas de seguridad, inmediatamente después de conocida la noticia.
Las Madres marcharon acompañadas de los distintos sectores y las familias movilizadas, con un palpable clima de angustia e incertidumbre, pero con destinatarios bien definidos para las consignas, los reclamos y los insultos, que se sintieron en los múltiples actos: El Gobierno Nacional, los grandes medios oficialistas, Gendarmería, Patricia Bullrich y su Jefe de Gabinete Pablo Nocetti.
Luego de la ronda, Las Madres Línea Fundadora hicieron su discurso en el costado de la Plaza que da sobre Hipólito Yrigoyen, acompañadas de los referentes de Familiares, Ex Detenidos Desaparecidos, CTA-Autónoma y Frente Darío Santillán, entre otros. Nora Cortiñas llamó a mantener la presión popular:
“Tenemos los juicios (contra los genocidas de la dictadura) que los ganamos en la calle, y todo lo que las Madres tenemos en estos 40 años es porque el pueblo nos acompañó, sigamos saliendo a la calle para que tengamos toda la justicia”. Y además destacó la lucha de la familia Maldonado alentando a que logre “verdades, sin trampas, tras estar casi 80 días siendo maltratados por el Estado».
En el otro margen, sobre Rivadavia, Hebe de Bonafini de la Asociación arengó que “mientras haya hombres y mujeres que cada jueves o cada sábado o cada domingo se reúnan en un lugar para protestar, para gritar, para sacar de las entrañas las broncas, ellos no van a poder con nosotros”.
Las calles de los alrededores de la plaza, Reconquista, San Martin, Defensa o Bolivar estuvieron cercadas y cubiertas por unidades de traslado y patrulleros, que custodiaron agazapados la jornada que finalmente finalizó sin incidentes y sin provocadores en acción, una novedad en relación a las últimas protestas masivas frente la casa de Gobierno.
El último acto fue el del encuentro Memoria Verdad y Justicia, que esperó sobre Diagonal Norte y Avenida de Mayo a que finalizara la ronda de las Madres, y subió a la plaza cerca de las 17 para leer un comunicado en el camión-escenario, donde se declaró en “estado de alerta y movilización”, reclamó el fin de la “demonización de la comunidad mapuche” y destacó que
“si el cuerpo fue plantado en la zona que ya había sido rastrillada, lo hizo la Gendarmería que fue la que lo despareció; la familia fue la que durante varias horas custodió el cuerpo para evitar cualquier alteración, expresando la gran desconfianza popular hacia el Estado y sus instituciones”.
La jornada se sintió como una gran preparación para lo que será, seguramente, la imponente movilización de repercusión internacional que se realizará el día que la familia de Santiago Maldonado convoque para informar las novedades sobre el cuerpo hallado esta semana, y vuelva a ser abrazada y acompañada por los organismos de derechos humanos y la parte menos miserable de la sociedad de nuestro país.