Redacción Canal Abierto | En las últimas horas el Ministerio de Trabajo hizo llegar a abogados de sindicatos y empresas un esbozo del proyecto de reforma laboral que pretende impulsar en las próximas semanas. Fueron inmediatas las críticas y el alerta frente a lo que algunos definieron como una reforma “a la brasilera”.
“Es una reforma que no sólo avanza sobre cuestiones puntuales, sino que fija una clara postura ideológica y filosófica”, asegura Paula Lozano en esta entrevista con Canal Abierto.
El borrador define al trabajo como “la cooperación entre las partes para promover esa actividad productiva y creadora que constituye un valor social compartido, generador de derechos y deberes recíprocos, y una regla esencial de ejecución del contrato”.
El intento de equiparar al trabajador y al empleador busca sentar un precedente opuesto a la jurisprudencia argentina que se ha pronunciado, mayormente, por la debilidad de los trabajadores en relación a sus patrones, y por ello en la necesidad de preservar los derechos de aquellos por sobre los de estos.
“Ahora se entiende el empecinamiento del presidente Macri contra la justicia laboral, porque hablar de la industria del juicio es legitimar este intento de reducción de derechos fundamentales”, asegura la secretaria general de la Asociación de Abogados Laboralistas (AAL).
Entre los puntos críticos de la reforma se encuentra que las causales de demandas contra los empleadores pasarían a prescribir de los 24 meses a un año. La última dictadura cívico-militar ya lo había reducido de cuatro años a 24 meses.
A su vez, el cálculo de las indemnizaciones pasaría a ser sólo en base al salario, sin tener en cuenta aguinaldo, horas extras, comisiones, premios o bonificaciones y todo tipo de pago no regular.
“Parece una verdad instalada que una PYME quiebra a raíz de un juicio laboral. Es una falacia: la mayoría de las PYMES que quiebran obedece a razones de políticas macroeconómicas, o sea por la afectación de la apertura de importaciones, problemas tarifarias o la dificultad en el acceso al crédito”, señala la letrada.
“Pretenden eliminar el pago de las horas extra con un sistema que podríamos graficar como un banco de horas. Es decir, cumplir con las 8 horas reglamentarias con 6 un día y 10 otro”, indica Lozano y agrega: “Eso va en contra del derecho al descanso de un trabajador”.
Desde el Gobierno presentan como un objetivo central de la reforma el blanqueo de trabajadores en situación de informalidad, y para ello proponen la condonación de multas y acciones penales a los empleadores que regularicen la relación contractual de sus trabajadores. Si lo hacen durante los primeros seis meses no tendrían costo alguno, y pasado ese tiempo tendrán un descuento del 70%.
“De los 144 artículos hay sólo dos positivos”, explica Lozano, “y tienen que ver con la extensión de las licencias por paternidad a 15 días, por matrimonio a 10 días y por muerte de cónyuge, padres o hijos, a 3 días”.
“Compararla con la reforma brasileña no es muy alejado de la realidad, sobre todo porque al igual que aquella, esta implicaría una pérdida de conquistas históricas”, entiende la integrante de AAL.
REFORMA LABORAL: LOS 15 PUNTOS DE UN BORRADOR A LA BRASILEÑA