Redacción Canal Abierto | Bajo el eufemismo de «acuerdo de competitividad» suscripto junto a los gobiernos nacional y provincial y la Asociación de Fabricantes Argentinos de Terminales Electrónicas (AFARTE), la Unión de Obreros Metalúrgicos de Tierra del Fuego avaló el congelamiento de salarios hasta junio de 2020, a cambio de no perder puestos de trabajo.
Esto ocurre tras las negociaciones en torno a los anuncios del gobierno nacional sobre la quita de aranceles a la importación de artículos de electrónica.
El pacto sigue la línea de los acuerdos de los petroleros en Vaca Muerta, del gremio lechero Atilra en Sancor y de los marítimos. Si bien desde el gobierno se plantearon anuncios de reformas a las leyes que regulan el mundo laboral, los cambios se vienen dando desde distintos frentes, con la firma de los convenios colectivos, independientemente de lo que ocurra con las leyes marco.
La comunidad fueguina ve con preocupación cómo se vienen sucediendo los hechos a partir de los anuncios del presidente Macri y el ministro Dujovne en la semana del 5 de noviembre. Tanto la pérdida de puestos de trabajo como de poder adquisitivo de los salarios en la industria electrónica tendría un fuerte impacto negativo en la economía de la región, pues esta rama es la que dinamiza el resto de la actividad.
El congelamientos de salarios y aumento de productividad implica una mayor felxibilización de las condiciones de trabajo, mientras que en los acuerdos no se plantean márgenes de ganancias de las empresas, que en muchos casos forman parte de distintos eslabones de la cadena que va desde la producción hasta las bocas de expendio.