Redacción Canal Abierto | Las reformas propuestas por el Gobierno han generado rechazo incluso hacia adentro de su propio electorado. Al menos eso demuestra la reciente encuesta que muestra una oposición del 80,6% a la reforma previsional y del 54,3% a la reforma laboral.
El estudio de la consultora Analogías relevó la opinión de 3.520 vecinos de la Ciudad de Buenos Aires y de 28 distritos del Gran Buenos Aires, entre el 15 y el 18 de noviembre mediante entrevistas telefónicas. Ambos electorados ratificaron hace poco más de un mes las políticas de Cambiemos en las elecciones de medio término, con un apoyo del 50,93% en la Ciudad y un 42,18% en la Provincia.
Sin embargo, el 46,4% de los consultados consideraron que los proyectos oficiales empeoran su opinión respecto del gobierno de Mauricio Macri, y el 52,1% cree que el paquete de reformas beneficia mayormente a los grandes empresarios. En tanto, sólo el 10,2% identificó como beneficiarios a trabajadores y jubilados.
En relación a la reforma previsional, el 63,3% cree que los jubilados van a estar peor si se lleva adelante, el 60,5% considera que para el Gobierno no es prioritaria la mejora de los haberes jubilatorios, y el 59,2% también descree de que Cambiemos busque priorizar las prestaciones del PAMI. Inversamente, un 52,5% afirma que el Gobierno sí encuentra prioritario, por ejemplo, el pago de la deuda externa. Esta opinión es más elevada entre los jóvenes de 16 a 29 años, donde llega al 64,1%.
Un punto curioso es que el rechazo a la reforma más elevado se encuentra en la franja etaria de mayores de 60 años (82% en desacuerdo), pero es también ese electorado el que tiene el nivel de confianza más alto (40,6%) en que el Gobierno tiene a la mejora de los haberes jubilatorios como una de sus prioridades. Según la consultora Management & Fit, la Alianza Cambiemos concentra gran parte de su electorado entre las personas que superan los 55 años.
En lo que refiere a la reforma laboral, el desacuerdo es particularmente alto entre los jóvenes y en los adultos de 30 a 44 años, donde se ubica en el entorno de 60-65%, y en aquellos de nivel educativo más alto. Y el rechazo es más alto cuando se aborda el nudo del plan oficial: a la pregunta “¿Cree usted que para conservar los puestos de trabajo se debe reducir el nivel de incremento de los sueldos?” la respuesta es categórica, un 81,2% contesta que no. La negativa es todavía más rotunda (90,4%) entre la franja que va de los 45 a los 59 años.
El consenso no es tan cerrado a la hora de pensar cómo hacerles frente a las reformas. Un 55,7% de los encuestados desaprueba el accionar de la CGT. Entre los opositores duros al Gobierno, el rechazo trepa al 78%. Mientras, los segmentos más oficialistas aprueban en un 52% la reacción de la central sindical.
Consultados sobre las medidas de fuerza, el 40% le pide a la CGT que convoque a un paro nacional, contra un 51% que desaprobaría esta medida. El apoyo a una eventual medida de fuerza es casi nulo (8%) entre el público más oficialista, pero trepa al 36% entre quienes tienen imagen regular del Gobierno y roza el 80% en los opositores.
Al momento de evaluar cómo debería posicionarse la central sindical, la opinión aparece más dividida. Un 44,8% piensa que la CGT debería apoyar algunas cosas y oponerse a otras, contra un 32% que le pide una actitud más intransigente de “oponerse a todo”. Sólo un 9,8% cree que debería apoyar íntegramente la reforma.
La postura que se tenga frente al Gobierno resulta el principal determinante de la respuesta: mientras que entre quienes califican el desempeño de Macri como “muy bueno”, sólo el 3,1% esperan que la CGT “se oponga a todo”, la cifra va creciendo cuanto peor sea la imagen que se tiene del Presidente. Entre quienes lo califican de “muy malo”, el 79,9% espera una oposición absoluta de la central.
Ilustración: Marcelo Spoti