Redacción Canal Abierto | Limpieza, cocina, cuidado de niños y ancianos, y mantenimiento del hogar son algunas de las tareas que se llevan a diario gran parte de nuestro tiempo. Si estuviesen remuneradas, el dinero a cambio de ese trabajo equivaldría al 13,4% del Producto Bruto Interno de la Ciudad de Buenos Aires. El 70% de esas tareas las realizan las mujeres.
El dato surge de un informe que acaba de dar a conocer la Dirección de Estadísticas y Censos de la Ciudad de Buenos Aires (DGEyC), en base a una encuesta sobre uso del tiempo realizada entre el 7 de septiembre y 15 de diciembre de 2016.
La DGEyC también estimó el valor monetario del tiempo no remunerado (TNR) utilizando el salario horario promedio anual del trabajo doméstico. El resultado de esta cuenta arroja que el TNR tienen un valor agregado de más de $200 mil millones de pesos, un equivalente al 13,4% del Producto Geográfico de la Ciudad durante 2016.
Para alcanzar ese valor se consideran no sólo las tareas domésticas referidas al cuidado de la vivienda, la vestimenta, la preparación de alimentos y la realización de compras y trámites, también se incluye el cuidado a miembros del hogar y las actividades de voluntariado.
Son justamente los cuidados la función a la que mayor tiempo se destina –algo más de 30% del total de horas de trabajo no remunerado- seguida por las funciones relacionadas con el alojamiento y la alimentación, que superan levemente el 20% cada una. “Las mujeres tienen una mayor participación en todas las funciones que forman parte del TNR. De este modo, del total de horas dedicas al TNR, un 70% son realizadas por las mujeres mientras que el 30% restante son realizadas por varones. (…) Solo en una actividad, a saber, reparaciones y mantenimientos, los varones tienen una mayor participación que las mujeres, 81% y 19% respectivamente”, detalla.
El informe también destaca que el comportamiento del hogar “puede servir para explicar determinados aspectos del mercado de trabajo, como ser la oferta laboral y la participación de ambos sexos en actividades de mercado”. En otras palabras, las mujeres sufren de una sobrecarga de tareas en relación a los varones que pesa cuando se trata de ascender en el trabajo que sí es remunerado, sumar más horas, emprender nuevas capacitaciones, y un infinito etcétera.