Redacción Canal Abierto | La inflación argentina se ubicó en 2017 en el sexto lugar entre las más altas del mundo y en el segundo puesto entre los países de la región, según destaca un informe de la Universidad Nacional de Avellaneda (Undav).
Al ránking de inflación 2017 lo encabeza Venezuela con 2583%, seguido por Sudán (182,2%), Congo (41,7%), Libia (32,8%) y Angola (30,9%). Luego, en sexto lugar, viene Argentina (24,8%), y por detrás Egipto (23,5%), Surinam (22,3%) y Yemen (20%).
«Es dable señalar que las primeras cinco posiciones están ocupadas por países con una gran inestabilidad macroeconómico y/o institucional», remarca el estudio.
El informe también hace foco en la realidad inflacionaria de la región. Allí se puede observar cómo en tercer lugar se ubica México con tan sólo 6,8%. Es decir que, sacando las exorbitantes cifras venezolanas, el incremento de precios en nuestro país durante 2017 fue mas del triple que el del país azteca.
A su vez, el análisis de la Undav indica que en el caso argentino, «semejante variación de precios internos alteró la distribución del ingreso, vía salarios reales. Como medida comparativa, el salario mínimo en nuestro país fue el segundo de mayor deterioro relativo, con una caída del 6,1% y solamente por debajo del caso venezolano».
Cabe destacar que, aunque todavía alta, la inflación argentina en 2017 fue a la baja respecto del año anterior, cuando alcanzó la crítica cifra de 41%.
No obstante, esta “morigeración” inflacionario del segundo año macrista respecto del primero no pareciera tener una continuidad en la actualidad. En el primer bimestre de 2018, Argentina se ubicó segunda en la tabla regional de inflación después de Venezuela y antes de Uruguay, que registró un avance de precios del 3,6.
«Lejos de ralentizarse, algunas características del proceso hacen pensar en una profundización para los próximos meses. Ocurre que, producto de la devaluación del 13% del último trimestre, se verificó un aumento significativo en el precio de los insumos más difundidos para el entramado productivo», observa el estudio.