Redacción Canal Abierto | Al igual que en encuentros precedentes, el Ejecutivo bonaerense insistió en la oferta de aumento salarial del 15%, a cobrar en tres tramos, y una cláusula de revisión para monitorear la inflación en octubre próximo.
La reunión tuvo lugar este lunes por la tarde en el Ministerio de Economía bonaerense ubicado en La Plata, y participaron ministros provinciales y los titulares del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (Suteba), la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB), la Unión de Docentes de la provincia de Buenos Aires (Udocba), el Sindicato Argentino de Docentes Privado (Sadop), la Asociación del Magisterio de Enseñanza Técnica (Amet) y la Unión Docentes Argentinos (UDA) y la Asociación Trabajadores del Estado (ATE).
En diálogo con Canal Abierto minutos antes del encuentro, el secretario general de Suteba, Roberto Baradel, ya anticipaba una propuesta desalentadora y ponía como piso de discusión “el “20%, y con clausula gatillo”.
Las reuniones de este año comenzaron con una mesa paritaria donde la Provincia ofreció el 15% y una bonificación extraordinaria de $4.500 para los maestros bonaerenses con asistencia perfecta. Una propuesta que sabe a poco en el marco de una inflación que, a juzgar por las cifras de enero, se proyectan 10 puntos por encima de las metas oficiales y estará cercana al 25%. Así lo entendieron los dirigentes gremiales en aquel momento, y así lo hicieron ahora.
Si bien el Frente de Unidad Docente no han convocado a nuevas medidas de fuerza -después del paro de 48 horas al inicio del ciclo lectivo- esta tarde realizarán un «ruidazo docente» en todo el distrito.
Una historia de desencuentros
En campaña, Vidal fue la autora de la frase: “un docente no puede ganar menos de $40.000”. Gran parte de su speech prometía empezar las clases a término y ya en el poder, comenzó con el pie derecho.
La de 2016, su primera paritaria, se dio por cerrada el 29 de febrero y concedió a los docentes un aumento salarial del orden del 34,6%, además de la condición de que la negociación quedaba abierta para futuros reajustes. Por primera vez en cinco años, las clases comenzaban a tiempo en la Provincia de Buenos Aires.
En 2017, el panorama se nubló. Cuestionada desde diciembre por no reabrir las paritarias pese al avance de la inflación –que en 2016 terminó en 36%-, Vidal se subió al caballo del ajuste y ofreció un 18%. Luego, repitió casi la misma oferta a lo largo de 14 reuniones que fueron desde febrero a julio y costaron 17 días de paro y una carpa itinerante, en un año que, pese a las metas oficiales del 17%, terminaría con un aumento del costo de vida de casi el 25%.
Finalmente, el 3 de julio, los gremios ganaron la pulseada y obtuvieron un aumento salarial promedio de 24%, perforando así el techo de 20% que quería imponer la Casa Rosada. Sumando el 3,4% de la incorporación de dos sumas fijas (a cuenta de futuros aumentos y el importe por material didáctico), la paritaria alcanzó 27,5% y las clases empezaron muy tarde.