Redacción Canal Abierto | En diálogo con Canal Abierto, Laura Dos Santos integrante de Asambleas de Punilla y de la Coordinadora en Defensa de los Bosques Nativos (CODEBONA), explica la situación irregular de la construcción de la Autovía de Montaña en Valle de Punilla, Córboba y los problemas que causaría a toda la comunidad.
El segundo tramo a construir que abarcaría desde San Roque hasta Cosquín tiene diferentes irregularidades que lo atraviesa.
Una de las principales cuestiones que ha movilizado a gran parte de los vecinos cordobeses, tiene que ver con que la construcción de la Autovía implicaría que pase por un bosque nativo categoría rojo. Según la Ley de Bosques, éstos son sectores de muy alto valor de conservación, que no deben desmontarse ni utilizarse para la extracción de madera y que deben mantenerse como bosque para siempre.
Además, la autovía se construiría sobre un yacimiento de uranio, uno de los más importantes de la Argentina, que tiene recomendaciones por parte de la Comisión Nacional de Energía Atómica de no ser removido por la alta peligrosidad que conllevaría. “Toda la cuenca hídrica de la que el 70% de los cordobeses toman agua, que se extiende desde Cosquín hasta San Roque, estaría expuesta a un grado de contaminación enorme. La situación es grave”, explica Laura Dos Santos.
Las autoridades, que firmaron para que se lleve a cabo la obra, manifestaron que el yacimiento no se movería y que los ciudadanos no debían preocuparse. Además, expresaron que la Universidad de Córdoba se encontraba a favor de la explotación del territorio pero esto no fue así. Desde la casa de altos estudios manifestaron que el proyecto debía revisarse por el impacto ambiental. “Después, en el plano presentado publicado por la secretaría de ambiente y técnico hay tramos en los que va a haber excavaciones”, esgrime Dos Santos.
Por lo pronto, en el municipio de Cosquín hay localidades que se han expresado en contra del proyecto como lo son San Esteban, Valle Hermoso.