Redacción Canal Abierto | Luego de que vendedores ambulantes senegaleses se manifestaran en el barrio de Flores, en repudio a la agresión que sufrió Serigme Dawm uno de ellos, hoy, el Gobierno de la Ciudad montó cuatro operativos simultáneos en el barrio de Once. Detuvieron a seis vendedores, incautaron mercadería y se llevaron ahorros.
En Alsina y Misiones, entraron a las 7:30 se llevaron la mercadería de los trabajadores y dinero que habían juntado para enviarles a sus familias. En el mismo momento otros tres allanamientos se sucedían en Sarmiento 1750, Yrigoyen al 3600 y Pueyrredón 676, en este último además detuvieron a seis vendedores.
El modus operandi contra los trabajadores senegaleses es reabrir causas antiguas y realizar allanamientos en los hoteles donde viven. “Si hay personas de otra nacionalidad viviendo no entran a esas habitaciones.Las tienen identificadas”, explica Nicolas Caropresi en diálogo con Canal Abierto, del Movimiento de Trabajadores Excluidos.
El delito por el que se los acusa es el uso indebido del espacio público. Infantería y la Policía de la Ciudad les secuestra la mercadería, no los dejan trabajar y luego no tienen ningún tipo de sustento económico para poder pagar los lugares donde duermen o simplemente vivir.
Además, Migraciones les realiza un acta para poder expulsarlos del país. “Hay una persecución que se fija sobre todo en compañeros que tienen la piel negra. No los dejan trabajar y los hacen cagar de hambre”, relata Caropresi.
Es importante destacar que Senegal no cuenta con ninguna instancia de representación diplomática en nuestro país. Esta ausencia suma un factor más a la desventaja que tienen los trabajadores senegaleses en comparación con sus pares de otras nacionalidades.
“¿Qué pasa con nosotros? ¿Nos tienen miedo? El país no quiere a los negros”, sentenció Papa, vendedor. Además, comentó que existe una clara persecución a los trabajadores senegaleses ya que a otros extranjeros no los persiguen.