Redacción Canal Abierto | El Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica publicó hace unos días un informe donde habla de que casi la mitad de los chicos en Argentina es pobre.
Según el estudio, el 48,1% de los niños y niñas vive en la pobreza, y más de un 10 % está en la indigencia. La miseria alcanza el 10,2 %, medido en términos de ingresos de las familias. Mientras, el 33,8 % de los niños desayuna, almuerza y merienda en comedores escolares o barriales. Esta cifra aumentó 8% en un año.
Además, el hacinamiento en las condiciones de vivienda alcanza al 22,5 %, y sólo la mitad de los niños puede acceder a la salud a través de hospitales públicos.
Sobre esto, Laura Taffetani, abogada y miembro de la Fundación Pelota de Trapo y el Movimiento Nacional Chicos del Pueblo, dijo: “Más allá de las cifras, y sobre todo en este tiempo donde aumentaron, lo que no se ve nunca es el tronco de esto, un sistema que condena a los chicos a la intemperie, con el agravamiento de que esto lleva capas de generaciones en las mismas condiciones, obviamente que el impacto es mucho mayor. En lo que ha tenido virtud la UCA es en medir lo profundo del impacto, con lo que implica para un niño o una niña crecer en un ambiente que se va a repetir durante toda su vida”.
Con la premisa de saber que la niñez no puede ser entendida fuera de un contexto social, Taffetani explica: “El impacto de las políticas económicas de este tiempo, la desocupación y los índices que fueron saltando, a este estrato de la población los encuentra realmente inermes”.
Además, destacó el por qué del asombro ante estas cifras en estos momentos. “Algunos hablan de exclusión, otros de pobreza estructural, pero Argentina tiene mucha población en esta condición porque lo que hemos hecho es naturalizar esta realidad. Diez años atrás la gente discutía si había pobres y te decía que no, que no había. Los teníamos frente a los ojos, no los veíamos, pero siempre estuvieron. Y los bolsones en conurbano, en las grandes ciudades, y ni hablar del interior del pais, es real y estábamos ciegos frente a esa realidad. Ahora aparece de golpe, irrumpe, y en realidad estaba y obviamente los más perjudicados de estas políticas económicas son ellos por no tener esta posibilidad de poder bancar una crisis”, afirmó.
El estudio de la UCA tuvo además la posibilidad de indicar que los niños pobres tienen seis veces más probabilidades de no tener libros en su casa y once veces más probabilidades de que no se festeje su cumpleaños.
Ante esto, la abogada indicó: “Un niño, una niña que no tiene un presente diario, previsible, en el que sepas que todos los días vas a tomar tu desayuno, que te van a dar un beso en la mañana -cosas que parece que vienen por añadidura, lo real es que no es lo que pasa en estos chicos- no puede prever futuro, no puede construir futuro. Argentina perdió eso, que era tan importante. Nosotros teníamos un presente previsible, por lo cual podíamos soñar un futuro que además pueda ir más allá. Y ahora no. Estamos viviendo un presente de sobrevivencia sin perspectiva de futuro”.