Redacción Canal Abierto | Familiares de víctimas de gatillo fácil junto con organizaciones de derechos humanos se movilizan por cuarto año consecutivo desde Congreso y hacia plaza de Mayo y en diferentes provincias de todo el país, para visibilizar la violencia policial y reclamar el fin de las políticas represivas y de estigmatización hacia los jóvenes.
“La represión y estigmatización de los sectores populares no se ha detenido con la vuelta a la democracia, sino que en muchos casos se ha vuelto política de Estado”, afirmó Roberto Cipriano, Secretario de la Comisión Provincial por la Memoria (CPM)
La iniciativa surgió en 2015, en Córdoba, luego del asesinato de Ismael Sosa y tiene como objetivo denunciar los casos de fusilamiento a jóvenes en su mayoría menores de 25 años. Además, el 45 por ciento de los casos ocurrieron en la Provincia de Buenos Aires y principalmente en barrios humildes. Santa Fe y Córdoba siguen el lamentable ranking.
“Todos los gobiernos, desde diciembre de 1983 a la fecha, usaron el gatillo fácil y las demás herramientas represivas a su disposición cuando necesitaron hacerlo, y garantizaron, siempre que pudieron, la impunidad de los perros guardianes del sistema. El gobierno macrista inauguró una etapa nunca vivida por el pueblo argentino en democracia: la explícita promoción pública del gatillo fácil a partir del abrazo y felicitación del presidente Macri al asesino Chocobar y la visita de la ministra Patricia Bullrich a su casa”, expresó a través de un comunicado la Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (Correpi)