Redacción Canal Abierto | “América para los americanos” es la frase que sintetiza la Doctrina Monroe, la primera política exterior de Estados Unidos con ojos en Latinoamérica. La afirmación, aunque podría ser actual y parte de cualquier titular de algunos de los grandes monopolios de información pro USA, fue formulada en 1823. Es entonces que nos preguntamos: ¿cuán lejos estamos de ser «el patio trasero» de los norteamericanos?
Stella Calloni, la reconocida escritora y periodista internacional, reflexiona acerca del momento que atraviesa América Latina y de Brasil, en particular. El rol de Estados Unidos, los medios masivos de comunicación y la Justicia.
¿Cómo se puede explicar la abrumadora victoria en primera vuelta del ultraderechista Jair Bolsonaro en Brasil?
No podemos no considerar que estas elecciones se hacen bajo irregularidad e impunidad total. No sólo del pasado, si no de las cosas que sucedieron en estos últimos tiempos como el Golpe de Estado judicial, mediático y parlamentario. Sobre todo eso se estructura Brasil que está prácticamente en sociedad con Estados Unidos y las ultraderechistas Israelíes. Están trabajando en conjunto, son las guerras coloniales del Siglo XXI, guerras de todo tipo, como las que se libran en medio oriente pero con otras características.
¿Por qué cree usted que la sociedad brasilera lo votó?
En primer lugar, son elecciones irregulares, no son comunes. El principal candidato elegido por el pueblo brasileño que sin duda alguna era Lula Da Silva es un rehén. No se puede olvidar que Bolsonaro es un fascita primitivo que pocas veces hemos escuchado algo igual en América Latina en un discurso. Hay fascismos disfrazados pero este es abierto y brutal. Es un pueblo bajo amenaza.
¿Considera que los medios de comunicación han colaborado con el miedo?
Sí, claro. Podemos estudiar lo que es el terrorismo mediático. Cuando la gente habla del odio que hay en Brasil y en América Latina, ese odio está sembrado por los medios de comunicación masivos, hay que reclamarles que son partícipes necesarios de la aparición de personajes como Bolsonaro. Es muy grave. Debemos pensar en cómo informamos quienes nos oponemos a este tipo de gobiernos. Nos prestamos a publicar por ejemplo encuestas que sabemos eran falsas sobre Bolsonaro. Si el candidato la pide no le va a poner la verdad. Los medios de comunicación están al servicio contra los pueblos de América Latina.
¿Cuál debería ser el rol de los medios de comunicación?
Nos tenemos que animar a decir que hay que revisar los procesos, ¿por qué no nos animamos? No podemos tener ninguna debilidad frente a un enemigo de este tipo. Estamos bajo una guerra contraisurgente, una guerra con el proyecto de recolonizar América Latina. En 2005 ya lo anunciábamos y nadie nos escuchó. Ahora tenemos la guerra encima, está caminado sobre nosotros. Hay infiltración de las estructuras judiciales en Brasil que trabaja para estos sectores fascistas del poder. No podemos hablar de la objetividad porque es falsa, no existe, entonces podemos hablar de elecciones democráticas. En este momento no se puede decidir porque ellos ya han decidido y nos tenemos que informar en una actualidad y un futuro colonizado.
¿Cómo se puede pensar hacia el futuro en América Latina descolonizada?
Tenemos que hacer conciencia de con quienes estamos peleando. Pongamos los ejemplos, hablemos de las situaciones. Sólo la inteligencia de la actuación puede valer y con inteligente no me refiero a un académico, quiere decir que puedas reaccionar a la realidad y digas, me quieren someter a esto yo no lo voy a aceptar. O nos decidimos a aceptar que nos conviertan en colonia y entreguen al país. Acá estamos luchando contra los tarifazos y las bases que no están poniendo, una vez que tengamos cinco bases instaladas ¿cómo las sacamos?. Empecemos a hablar con la verdad que cuesta mucho.