Redacción Canal Abierto| «Acá no hay ningún enfrentamiento anterior. Llegaron y reprimieron con balas de plomo. Los primeros llegaron en dos patrulleros algunos policías de uniforme y otros sin ellos. Está claro que hay mucho miedo y preocupación, por eso las declaraciones son muy cautelosas» manifestó Lito Borello, referente de la CTEP ante el reconocimiento por parte del Procurador General de la Provincia de Buenos Aires, Julio Conte Grand, de que el militante de OLP-CTEP Rodolfo Orellana murió de un balazo que ingresó por su espalda y salió por el rostro durante el desalojo de terrenos en Villa Celina ocurrido durante la madrugada de ayer.
Las declaraciones de Conte Grand dan por tierra las versiones que intentaron imponerse desde nichos comunicacionales no oficiales de Cambiemos, según las cuales el asesinato de Orellana se habría producido con armas blancas u objetos punzantes. «Los organismos de derechos humanos viene alertando que hay una ingeniería de la justicia que va a tratar de meter presos a los luchadores sociales. Y lejos de permitir la épica de la pelea construye argumentos para meterte como si fueras un delincuente.» sostuvo Borello.
En el marco del desalojo en el que Orellana fue asesinado, cuatro militantes de OLP-CTEP fueron detenidos. Desde la madrugada de ayer se encuentran alojados en la fiscalía y no les fue tomada la declaración indagatoria aún. Al respecto, Borello contó que «no hay definiciones aún. iban dilatando la toma de declaraciones. Hay un nivel de irregularidad muy grande. No tomarles declaración, dilatarla vaya a saber con que finalidad espuria. Nos cabe la preocupación de que estén construyendo un andamiaje para un cambio de carátula para dejarlos detenidos».
La carátula bajo la que se encuentra la causa es por usurpación, un delito simple y de fácil excarcelación. Los detenidos se encuentran ene sa situación desde las 4 de la mañana del día de ayer. Ante esta situación, distintas organizaciones se hicieron presentes hoy en la fiscalía, desde donde marcharon a la Comisaría de Ciudad Evita como forma de señalar a quienes ven como autores materiales del asesinato de Orellana.