Redacción Canal Abierto | Como si el disciplinamiento diario hacia las mujeres no alcanzara, la Justicia patriarcal vuelve a golpear y sacudir el alma hasta llegar a lo más profundo: Matías Farías y Juan Pablo Offidani, acusados por el abuso sexual y femicidio de Lucía Pérez, fueron condenados a ocho años de prisión. El tercer imputado, Alejandro Maciel, resultó absuelto.
A dos años y un mes del asesinato de la adolescente de 16 años en Mar del Plata, el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 1, consideró que no se pudo probar que hubo abuso sexual ni que fue un femicidio.
Ambos acusados, fueron condenados por la venta de estupefacientes y no así por el abuso seguido de muerte hacia Lucía. Alejandro Maciel,el tercer acusado, llegó a juicio sospechado de encubrimiento pero fue sobreseído.
“Los ocho años que les dieron por la venta de estupefacientes es una burla. Es terrible para la familia y para todos y todas las marplatenses que seguimos el caso. Es una consecuencia del mal manejo por parte del cuerpo fiscal y de la Fiscal en particular desde un principio, las pericias, la autopsia y la Justica por la falta de perspectiva en género. Una chica de 16 años no puede haber aceptado que la violen”, señaló en diálogo con Canal Abierto, Jorgelina Turdo, periodista integrante de Periodistas de Argentina en Red Por una Comunicación No sexista (Red Par).
El femicidio de Lucía Pérez, quien fue abandonada el 8 de octubre de 2016 sin vida en el hospital de Playa Serena, en Mar del Plata, significó además del repudio de una mayoritaria parte de la sociedad que las mujeres se organizaran y bajo la consigna “Ni una menos” realicen el primer paro el 19 de octubre. Sin embargo esto no fue suficiente.
“Una de las formas patriarcales de la justicia es «leer» la escena del crimen. En el caso del femicidio de Lucía Pérez, de 16 años, las lesiones físicas fueron consideradas compatibles con una relación sexual consentida. Ella no estaba para testimoniarlo, su cuerpo habló”, señaló en redes sociales Diana Maffía, Doctora en filosofía e Investigadora del Instituto Interdisciplinario de Estudios de Género (UBA).
Uno de los acusados, Juan Pablo Offidani, pertenece a una reconocida familia de escribanos en la ciudad balnearia y, desde que se lo encontró culpable, quiso despegarse de él.
“La familia, en un principio, había dicho que tenía problemas, que no podían hacerse cargo de él pero, sin embargo pagaron la defensa, aunque esta última parte tenía Defensor Oficial. Maciel, que quedó absuelto, era su acompañante terapéutico”, advirtió Turdo.
El fallo, que se dio a conocer previo a la marcha del Día Internacional de la Lucha contra la Violencia hacia las Mujeres, reforzó el reclamo de justicia en el centro de la ciudad costera.