Redacción Canal Abierto | Las últimas semanas del año siempre resultan en tiempo de balances. Y si bien es cierto que este fue complejo para el conjunto de los argentinos -entre corridas, devaluaciones, endeudamiento brutal, represiones y hasta fracasos deportivos-, 2018 terminó siendo uno de los mas críticos para la clase trabajadora: mientras el salario mínimo, vital y móvil subió tan sólo un 25%, la inflación alcanzará un incremento anual de al menos el 47% (la más alta desde 1991).
Según un informe de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), este escenario de deterioro salarial afectó de manera particular a los empleados públicos con una caída del 18,3% en 2018. El estudio revela también que esta merma se inscribe en una continuidad durante la era Macri. Desde 2015, la reducción acumuló un 26,3%.
“Es resultado de una inflación acumulada del 157% en tres años y una actualización salarial del 89,5%”, señalan desde la organización que conduce Hugo Godoy. En los últimos tres años ATE fue uno de los gremios protagonistas de paros y movilizaciones masivos en rechazo a los presupuestos de ajuste y políticas económicas del macrismo.
Además, la contracción del salario de los estatales habría sido entre 4 y 5 puntos más alta que sus pares del sector privado.
“Con la crisis creciente a partir del mes de marzo, las políticas salariales de las provincias tomaron distintas alternativas. Hubo algunas que eligieron aplicar la cláusula gatillo; otras limitaron el aumento en porcentajes cercanos al 35%; otras lo hicieron con una combinación de porcentajes más bajos acoplando el pago de bonos; y estuvieron aquellas administraciones que fijaron su política de salarios con el mecanismo de sumas fijas”, explica el informe sobre la multiplicidad de realidades que atraviesan los trabajadores estatales en cada provincia.
En regiones del NOA y NEA, ATE denuncia que los salarios promedios están por debajo de los 20.000 pesos. Peor registro existe entre los trabajadores del área de municipales, donde el ingreso promedia los 12.000 pesos. Y en caída libre están los jornalizados, becarios y personal con otra variedad de contrato que en algunos casos apenas alcanzan los 5.000 pesos mensuales.
En este sentido, y para tomar noción de la acuciante situación, el sindicato toma como referencia un informe de la Junta Interna de ATE- INDEC del 31 de octubre, el cual arroja el valor de la canasta familiar para un hogar de 4 personas en torno a los 37.300 pesos.
Con miras al futuro, ATE también toma en cuenta el aumento salarial del 23% proyectado por el Gobierno en el Presupuesto 2019. “De cumplirse los datos que proyectan una inflación anual cercana del 30%, Mauricio Macri acabará terminando su mandato con 4 años consecutivos de salarios a la baja”, sentencia la organización gremial.
FUENTE: ATE Nacional