Por Silvia Juárez | Como si la temperatura no fuera suficiente, diciembre se encendió aún más tras el anuncio del aumento de tarifas. El Ministerio de Transporte comenzará la suba escalonada de boletos el 12 de enero, y la Secretaría de Energía hará lo propio con el agua, la luz y el gas.
Guillermo Dietrichi informóque la suba en la tarifa de transportes corresponde al Área Metropolitana de Buenos Aires.
El viaje en colectivo subirá un 38,5%. El mínimo aumentará $2 en enero; $1,50 en febrero; y $ 1,50 en marzo, alcanzando así los $18. Para beneficiarios de la tarifa social, la suba del boleto mínimo será de 90 centavos. Todo a partir del 12 de enero.
Por su parte, la suba pautada para trenes es del 40%. Las líneas Mitre, Sarmiento y San Martín subirán el boleto mínimo $1,25 en enero; $1,25 en febrero; y $1 en marzo. Hoy, el tramo más barato cuesta $ 8,75.
Los ramales Roca, Belgrano Sur y Urquiza aumentarán $0,75 en enero; otros $0,75 centavos en febrero; y $0,75 en marzo. La tarifa mínima del tren Belgrano Norte costará $1 más desde enero, a los que se sumarán 50 centavos en febrero y 50 centavos en marzo.
En cuanto al subte, el aumento será del 44,8%. Se incrementará $1 en febrero, como estaba previsto, pero ahora se agregarán $2,50 a partir de abril y otros $2 en mayo. Antes de la mitad del 2019 llegaría a $21.
“Rechazamos que se anuncie un aumento sin siquiera haber convocado a la audiencia pública que requiere la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires. Esto marca el desprecio por toda la cadena de procedimiento administrativo y judicial que tienen desde el Gobierno de Mauricio Macri y de Horacio Rodríguez Larreta”, sostuvo Enrique Rositto, secretario de prensa de AGTSyP (Metrodelegados).
Y agregó: “Este nuevo golpe al bolsillo de los trabajadores tiene como único objetivo retirar al Estado de su obligación de subsidiar un transporte público. Tiene por finalidad seguir garantizando la rentabilidad de la empresa”.
Por su parte, el delegado del mismo sindicato, Claudio Dellecarbonara, sostuvo: “el subte es una bomba de tiempo y todos estos aumentos no van en función de mejorar el servicio, hacerlo más eficiente y seguro, si no a los bolsillos de una empresa como Metrovías, corrupta a todas luces. Nosotros tenemos siete compañeros fallecidos en el trabajo por la falta de mecanismos de seguridad cuya responsabilidad es tanto de Metrovías como del Gobierno”.
Mientras, la Secretaría de Energía, abandonada hoy por Javier Iguacel, aumentará la electricidad de manera escalonada hasta el 55% entre los próximos meses de febrero y agosto inclusive en la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano.
En el resto del país se producirá un incremento en torno al 35% en similar período.
En 2018, la suba de este servicio en Ciudad y conurbano fue de 46,3 %, y en promedio, desde diciembre de 2015 a octubre de 2018, el aumento fue de 1317%.
La cartera, ahora a cargo de Gustavo Lopetegui, también anunció un aumento del 35% para todo el país en las tarifas de gas durante todo el año. Por su parte, en el Área Metropolitana de Buenos Aires, el agua aumentará un 17% desde el 1 de enero, y volverá a subir un 27% el 1 de mayo.
Pablo Sercovich, miembro de la Multisectorial Argentina en Red sostuvo que “mientras los salarios en los hogares y los ingresos en general estén vinculados al Índice de Variación Salarial, y las tarifas atadas a la evolución del dólar, es el gobierno de la Ciudad el que debe absorber progresivamente esa diferencia”.
Esta es la manera de dar protección, tanto a los hogares –que hoy pagan las facturas en cuotas- como al tejido productivo y comercial que hoy baja persianas y cierra pymes, con la consecuente destrucción de puestos de trabajo que repercute en los hogares nuevamente.
Además, el esquema tarifario será provincializado al comenzar el nuevo año, profundizando la desigualdad entre las regiones del país.
Argentina en Red presentó semanas atrás un proyecto de ley sobre tarifas sociales que será tratado en marzo. Previo a éste, se elevó el de Emergencia Tarifaria que fue vetado por el Presidente.
Este proyecto proponía la retrotracción de los cuadros tarifarios a noviembre de 2017. “En ese momento ya pagábamos –en dólares- niveles equivalentes a los que pagábamos en 2001 cuando no existían los subsidios”, aclaró Sercovich.
“Es un verdadero exceso –agregó-, teniendo en cuenta que las empresas no están realizando mejoras en el servicio. Estamos en pleno verano y hay media Ciudad de Buenos Aires sin luz, debido a la falta de inversiones a las que se comprometieron”.
Y finalizó: “Todos estos recursos que recaudan, los dolarizan y los fugan. Ahí hay un círculo en el que estas empresas tienen, a partir de la gestión de Aranguren, la garantía de su facturación en dólares y, al mismo tiempo, son quienes ejercen presión al alza del dólar”.