Redacción Canal Abierto | En las últimas horas el INDEC informó que la Canasta Básica Total (CBT), que define el nivel de pobreza, aumentó 2,6% en abril y 61,5% interanual, mientras que la Canasta Alimentaria (CBA), que delimita la situación de indigencia, incrementó 1,8% y 66,1% en estos doce meses.
En el marco de una fuerte pérdida salarial, crisis económica e inflación que se prevé rondará el 43% en 2019, varios gremios importantes cerraron paritarias en torno al 28%. “Amable” con las expectativas del Gobierno nacional, la cifra es a las claras perjudicial para con el bolsillo trabajador.
Además del sindicato de la carne y el de estaciones de servicio -que encabeza Carlos Acuña, delfín de Barrionuevo y uno de los líderes de la CGT-, ya se sumaron al “Club del 28%” la UOM de Antonio Caló y los gastronómicos de Luis Barrionuevo.
Todo indica que en las próximas horas también se incorporarían al grupo los siempre oficialistas Armando Cavalieri (Comercio) y Andrés Rodríguez (estatales de UPCN). Sobre el primero, cabe recordar la marcha atrás del Gobierno a un acuerdo por el 30% alcanzado semanas atrás entre el sindicato y empresarios mercantiles. El mensaje fue claro y sintomático de los tiempos que corren: el techo no se rompe.
En relación a los trabajadores de la administración pública, el “Centauro” Rodríguez ya tiene preparada la pluma para firmar el 28% (en cinco cuotas, de las cuales dos se cobrarían en 2020). Lo hará pese a la tradicional oposición de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), que reclama un 65% de recomposición salarial. A todo esto, el gremio conducido por Hugo Godoy denuncia que “el Gobierno acuerda con su sindicato amigo, UPCN, sin hacer comparación de padrones y desconociendo a ATE como el gremio mayoritario”.
#Ahora @CachorroGodoy desde la manifestación frente a la Secretaría de Trabajo donde se lleva a cabo la #ParitariaNacional #BastaDeAjuste #ReincorporaciónYa #PaseAPlanta pic.twitter.com/uWxMHOxuRZ
— Prensa ATE Nacional (@ateprensa) 23 de mayo de 2019
Por otro lado, y en una situación compleja, se encuentran los gremios empujados a cerrar acuerdos a comienzos de este año. Ejemplo de ellos son los trabajadores de entidades deportivas y civiles de Utedyc y los encargados de edificio de Suteryh, que cerraron un 23%, en cuotas y promesas de revisión. O bien aquellos que, desconfiando de las proyecciones inflacionarias oficiales, aceptaron cifras trimestrales: aceiteros, SMATA, Sanidad, UOCRA, entre otros.
En este último año de gestión macrista, el sindicalismo “amigable” juega a las escondidas: amenaza con mostrar los dientes y negocia a la baja, llama a un paro general (convocado para el próximo 29 de mayo) y cierra paritarias que -en el mejor de los casos- superaran la mitad de la pauta inflacionaria proyectada, respalda candidaturas opositoras e invita a Azopardo a uno de los interlocutores gremiales más duros del Ejecutivo, el ministro de Producción Dante Sica.