Redacción Canal Abierto | La activa y no siempre valorada participación de las mujeres en el Cordobazo cobró particular atención en los últimos años a partir de algunas investigaciones periodísticas y de la marea feminista que obliga a releerlo todo en clave reivindicativa.
El rol protagónico de las militantes y de las compañeras de los dirigentes ocupa, a medio siglo de los hechos, las primeras planas de la mayor parte de los recuerdos y homenajes pero también empuja a nuevos aprendizajes y desafíos actualizados.
Para intentar un acercamiento a aquellas experiencias y a qué representan en estos días, Canal Abierto conversó con Marta Sagadín, ex militante del Partido Comunista, ex secretaria de la filial cordobesa de la Unión de Mujeres de la Argentina, y fundadora de la Biblioteca de la Mujer “Juana Manuela Gorriti”.
¿En qué contexto personal llegaste al 29 de mayo de 1969?
-Tenía 30 años, hacía poco que me había afiliado al PC donde milite orgánicamente durante 25 años. Vivía en San Vicente, el barrio periférico de las fábricas de Fiat y mi marido –también comunista- trabajaba en la Káiser, donde estuvo durante 30 años hasta que lo echaron cuando le faltaba un año para jubilarse. En los días previos nos dimos el objetivo, desde la organización barrial del partido, de hacer el apoyo logístico a las luchas que ya se estaban librando, había una efervescencia muy grande con el rechazo a la dictadura de Onganía.
¿Cuáles fueron y como se realizaron esas tareas?
-Lo más arduo de la lucha de ese día fueron los enfrentamientos callejeros, pero hay que destacar cómo se plegaba la gente, era una decisión generalidad de hacer una demostración de fuerzas, de que había una unidad en contra de la dictadura, y decidimos ir a visitar a las compañeras de Fiat, de las organizaciones sociales, se sabía que iba a haber represión y por eso preparamos los botiquines, muchas compañeras abrieron sus casas para que los dirigentes pudieran descansar.
¿A nivel colectivo cual era la sensación?
-Esa fue la primera vez que empecé a ver las cosas desde otro lado, la época nos impulsaba a pensar que se venía otro mundo, que estaba al alcance de la corta vida humana, pensábamos que era posible porque era un momento muy especial a nivel internacional, el año anterior había sido el Mayo Francés, había luchas en África, Asia, en el 59 la Revolución Cubana, estaba el Farabundo Martí (El Salvador), El Frente Sandinista (Nicaragua)…
¿Cuál es el mejor espejo en el que se pueden mirar las nuevas generaciones de mujeres con respecto a las luchas de los 60 y 70?
-Las luchas de las mujeres han sido procesos que han ido subiendo escalones, yo estoy asombrada de escuchar la palabra feminismo en todos los canales de televisión, nostras éramos las brujas cuando hablábamos de feminismo, la lucha continúa aunque se han conseguido leyes que eran impensadas hace años, muchas cosas tuvimos que desaprenderlas, estábamos convencidas que eran de una manera y ahora sabemos que son de otra. Por ejemplo, en los primeros encuentros de mujeres no dejábamos entrar a las travestis, las lesbianas, estábamos como enfrentadas, y hoy estamos acompañando todas sus luchas, superamos esa debilidad y somos todas feministas.
*Marta Sagadin es una de las autoras del libro “Mujeres, desde el Cordobazo hasta nuestros días”. Desde la Biblioteca “Juana Manuela Gorriti” coordina la Red de Bibliotecas con Perspectiva de Género, de Córdoba