Redacción Canal Abierto | Julio César Báez es artista plástico, coordinador del Taller de Mural del Frente de Artistas del Borda, y desde el 20 de julio se encuentra detenido en una comisaría de la zona sur del Conurbano bonaerense. La causa que figura en el expediente es “resistencia a la autoridad”, pero los hechos fueron mucho más arbitrarios: un vecino, familiar de policías, lo denunció luego de molestarse por la escultura de Santiago Maldonado que Julio estaba construyendo en ocasión del segundo aniversario de la desaparición forzada seguida de muerte del joven artesano.
El disparador de su detención fue, en principio, lo que podría tomarse como una discusión subida de tono entre vecinos. “Julio estaba realizando una escultura de Santiago Maldonado frente a su casa, para hacer análisis de proporcionalidad de las obras, una práctica bastante habitual de su parte. En ese contexto, se cruzó con un vecino que tiene algunos familiares que son integrantes de las fuerzas de seguridad. Tuvo un encontronazo. Julio describe que el vecino sacó el arma, que le dio un tiro al piso. La discusión comenzó porque le molestó que la escultura fuese sobre Santiago”, explica a Canal Abierto Mauricio Rojas Garrido, abogado de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), quien asumió su defensa.
Pero al día siguiente, el sábado, la escena se repitió y la agresión escaló. Su vecino, apellidado Zárate, acudió junto a sus familiares para agredir a Julio, quien se resguardó en su casa. “Los Zárate lo agredieron verbalmente, le tiraron piedras a la casa, y en ese ínterin apareció la patrulla de la policía. Julio cree que, en lugar de protegerlo, venían a avalar la agresión. Los oficiales dieron por válida la versión de los agresores, irrumpieron en la casa de Julio y lo llevaron detenido”, agrega su abogado.
El escultor fue trasladado a la Comisaría Octava de Villa Galicia, Lomas de Zamora, la delegación que corresponde a su domicilio en Banfield. Luego fue trasladado a la Comisaría Tercera, de Temperley, donde continúa detenido. Julio es asmático y un artista muy conocido en su barrio.
“Para justificar el operativo le imputan un delito que es resistencia a la autoridad, cuya pena va de 15 días a 3 años, y para eso basta con la declaración de la Policía que argumenta que él se negó a mostrar su documento, y que estaba en una actitud muy agresiva que devino en un forcejeo que terminó con las fuerzas de seguridad dentro de la casa de Julio. Pedimos la ampliación de indagatoria porque lo único que está en el expediente es la versión de la Policía y nosotros queremos que esté la versión de Julio”, relata Rojas Garrido, que también oficia como querellante en la causa por Santiago Maldonado.
También está pedida la audiencia de excarcelación que el juez tiene cinco días para otorgar, plazo que se cumple entre el lunes y el martes próximo.
“Resistencia a la autoridad”
En el caso de Julio, al igual que en el de Marian Gómez -la joven que fue condenada recientemente a un año de prisión en suspenso luego de ser detenida en Constitución donde besaba a su esposa-, o el de Fausto Jones Huala y Lautaro González -los chicos que bajaron de la montaña el cuerpo sin vida de Rafael Nahuel-, la figura de “resistencia a la autoridad” se repite en cada ocasión que presupone detenciones arbitrarias o abusos de autoridad por parte de las fuerzas de seguridad.
Desde sus defensas, explican que su utilización es una práctica habitual por parte de las fuerzas como instrumento de disciplinamiento en las barriadas populares. Para acusar de este delito, basta con la palabra policial, y el acta es un documento público con presunción de legalidad que, en muchos casos, se vuelve muy difícil de rebatir para los abogados defensores.