Redacción Canal Abierto | «Tengo que estar tranquilo porque si me vuelvo loco les puedo hacer daño». Las palabras del Presidente un año atrás vuelven a resonar más que nunca tras la desconcertante conferencia de prensa post primarias del domingo. En el primer mensaje después del vapuleo democrático, Macri aseguró que las elecciones “no sucedieron”, ninguneó la contundente victoria de Alberto Fernández y culpabilizó al electorado por la corrida cambiaria subsiguiente.
“Creo que es momento de analizar seriamente el juicio político del presidente Mauricio Macri. Si bien en estos años hubo muestras de su inestabilidad, en las últimas horas evidenció públicamente que su estado mental es incompatible con la alta función a su cargo”, señaló a Canal Abierto el ex juez Carlos Rozanski, y agregó: “es imperioso frenar el daño que está ocasionando al pueblo”.
“En términos generales, le cabe como causa el evidente mal desempeño de funcionario público. Pero las señales que viene dando últimamente el Presidente de la Nación también van en consonancia con algunos antecedentes de inestabilidad emocional. Es decir, de una alteración importante de su estado mental que genera muchas dudas respecto de la gestión que está realizando o pueda realizar. El resultado de esa gestión -incluidas posibles maniobras delictivas- está generando un daño enorme al país”, explicó.
“Un ejemplo es la brutal devaluación de los últimos días que permitió ganancias extraordinarias para unos y un perjuicio para la mayoría. Sin dudas, ese proceso implica una actividad del Estado a favor de pequeños grupos, o al menos la inacción cómplice”.
En las últimas 48 horas, los mercados hicieron propia la derrota de Cambiemos e invirtieron todas las variables luego de un viernes tan eufórico como artificial en materia financiera. Ni más ni menos, se trató de la extorsión del gran capital como respuesta a una elección que rompió todos los esquemas.
Datos económicos discutibles, encuestas por demás favorables al oficialismo y sospechas de maniobras de manipulación financiera fueron algunas de las herramientas a las que echaron mano Gobierno y aliados para construir un falso escenario pre y post electoral.
El resultado de aquella movida dejó un viernes 9 de agostó con un dólar manso, una suba del 7,8% en la Bolsa porteña, una caída del riesgo país en torno al 4% y medios de comunicación hegemónicos eufóricos. Siempre prestos a mirar los datos bursátiles del norte, los últimos celebraron el hecho de que en Nueva York, papeles argentinos como Grupo Galicia, Macro o Pampa Energía subieran cerca del 10%.
Sólo 72 horas después de aquel “viernes amarillo”, las mismas variables dieron un vuelco de 180 grados: tras rozar los $63, la cotización del dólar sube y baja entre los 58 y los $60, sin miras a retroceder y expectativas en alza. Entre tanto, las acciones argentinas y los bonos marcan un desplome de hasta 20% en el premarket de Nueva York.
En febrero de 2018, Rozanski también había sido uno de los impulsores de otro pedido de juicio político contra Mauricio Macri basándose en el apoyo del presidente al policía Luis Chocobar tras el asesinato de Juan Carlos Kukoc.
La Constitución Argentina establece en su artículo 53 la potestad a la cámara de diputados de acusar ante el senado «…al presidente, vicepresidente, jefe de gabinete de ministros, ministros y a los miembros de la Corte Suprema, en las causas de responsabilidad que se intenten contra ellos, por mal desempeño o por delito en el ejercicio de sus funciones; o por crímenes comunes…». En el caso de que el senado decida por la mayoría de dos tercios de votos sobre todos los cargos, o sobre alguno de ellos, se declarará al acusado incurso en la destitución de su empleo, conforme al artículo 60 de la Constitución.
Carlos Rozanski
En 2016 Carlos Rozanski presentó la renuncia como juez ante el ministerio de Justicia de la Nación tras denunciar haber sido «brutalmente perseguido por el Consejo de la Magistratura».
En abril de este año, Rozanski se presentó como querellante ante el juzgado de Alejo Ramos Padilla y denunció por extorsión al ministro de Justicia, Germán Garavano, y al ex juez y consejero de la Magistratura Luis María Cabral en el marco de la causa por la red de espionaje ilegal. En su denuncia, Rozanski relata cómo, a mediados de 2016, el ministro y el ex juez lo extorsionaron con un jury de enjuiciamiento para forzar su renuncia, a la par que se orquestó una dura campaña mediática contra su figura, y advierte que el objetivo era demostrarle al valijero Leonardo Fariña –a quien Rozanski investigaba por “evasión agravada”– que “el gobierno tenía los medios para cumplir con lo que prometía”.
Al poco tiempo y a raiz de aquella maniobra denunciada, un grupo de legisladores opositores pidió impulsar el juicio político al Ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, Germán Garavano, «por mal desempeño y eventuales delitos en el ejercicio de sus funciones».
Entre otras cosas, el ex juez federal había condenado a prisión perpetua en 2006 al represor Miguel Etchecolatz por crímenes cometidos durante la última dictadura militar.