Redacción Canal Abierto | “Expresamos una total oposición, desde hace años que venimos denunciando la transformación de lo que fue la ESMA, desde nuestra opinión todo el predio se transformó en un campo de concentración y por eso siempre estuvimos en contra de cualquier iniciativa que apunte a cambiarle el sentido”, explica a Canal Abierto Osvaldo Barros, referente de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos y sobreviviente de la ESMA, sobre el proyecto del gobierno nacional de mudar la sede principal del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos al edificio N°11, en el que funcionó el Casino de Aspirantes y Cantina del ex centro clandestino más tenebroso de la historia de nuestro país.
Barros recuerda: “A nosotros nos llevaban desde el casino de oficiales tabicados hasta la enfermería o la imprenta, que quedaba en el fondo del predio, por lo tanto todos estaban en función de lo que pasaba ahí”.
Desde siempre la AEDD cuestionó la utilización de los distintos espacios que componen la ex Escuela de Mecánica de la Armada para fines que no sean preservar la memoria y garantizar la disponibilidad de las pruebas para los juicios por delitos de lesa humanidad.
“Ya está transformado el sentido de lo que allí ocurrió, mucha gente que ingresa no sabe lo pasó, ni se lo dicen: van a recitales, a murgas, a la presentación de un libro, etc.”, explica Barros y añade: “Por eso estamos en contra de este nuevo paso que profundiza la transformación y el desconocimiento”.
Y sobre la perspectiva de dialogo en materia de derechos humanos con un nuevo gobierno, asegura: “Siempre vamos a estar dispuestos a conversar pero desde nuestro punto de vista, por la memoria, por la verdad y la justicia, y por la NO transformación de la ESMA”.
Según consigna el diario Tiempo Argentino, otro dato que generó roces por la obra fue que en la anterior gestión de gobierno, la decisión era que las obras de refuncionalización de los edificios de la ex ESMA las hacían trabajadores del plan Argentina Trabaja, que generaban empleo para más de mil personas. La actual puesta a punto del edificio ministerial la realiza una empresa privada.
Por su parte, Emiliano Hueravilo, el primer bebé nacido en la ESMA, actual secretario de Derechos Humanos de ATE y CTA Autónoma bonaerense, agrega: “Estamos en contra del vaciamiento de las políticas de derechos humanos del gobierno y el ministerio de Justicia. Rechazamos esta nueva situación como sobrevivientes y organismos porque creemos que es un espacio de memoria, para que las nuevas generaciones sepan que ahí funcionó un centro clandestino, y por eso creemos que ningún organismo del Estado tiene que estar ahí adentro. Además, todos los edificios son prueba judicial que debe ser preservada y por eso vamos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para oponernos”.
Foto: Hueravilo y Barros durante una actividad en la ESMA (junio 2019)