Redacción Canal Abierto | En el aumento del índice de pobreza -que todos los vaticinios estiman en el 35%- el deterioro del poder adquisitivo ha jugado un rol fundamental. En otras palabras: ya no se requiere ser desempleado para ser pobre.
Si bien el último dato de desempleo fue de dos dígitos (10,6%) y el 36% de la población económicamente activa tiene problemas laborales, el 58% de los asalariados formales percibe ingresos que no le permiten mantener a una familia tipo por encima de la línea de pobreza. Y, de ellos, muchos son estatales.
“Entre quienes peor la pasaron y la están pasando con este gobierno, sin duda, en el podio se encuentran lxs trabajadorxs estatales, aún pese al ‘bono alivio’ de $5.000”, sostiene un informe de la junta interna de ATE en el INDEC.
En agosto pasado, la pérdida acumulada con relación al poder adquisitivo de noviembre de 2015 para un estatal categoría D0 -cuyo salario bruto es de $25.750- fue de $226.918, considerando incluso todas las sumas fijas otorgadas “por única vez”. A su vez, sólo durante el último año (septiembre 2018 / agosto 2019), la pérdida acumulada para la misma categoría fue de $98.842 ($8.237 por mes), y la variación interanual del salario normal de agosto de 2019 marca una caída del 15% en términos reales.
“Mientras que en noviembre de 2015 el salario normal de un trabajador estatal categoría D0 representaba el 66,2% del salario promedio bruto de un asalariado registrado del sector privado, en agosto de 2019 esa relación resultó de apenas 56,6%”, detalla el informe. Y agrega: “Año a año hemos perdido poder adquisitivo, cada vez con mayor intensidad. De esta forma, estimamos que en los cuatro años de gestión de Cambiemos, habremos perdido el equivalente a casi un año de salario”.
Un estudio del Instituto de Estudios sobre Estado y Participación (IDEP) sobre el deterioro del salario de los estatales bonaerenses llega a una conclusión similar, y aún más categórica: “La caída del salario real de los estatales bonaerenses en estos cuatro años fue del orden del 30%, es decir, perdimos un año de sueldo en cuatro de gestión. Si analizamos en relación al dólar, la caída es aún peor: nuestro salario en dólares perdió aproximadamente un 60% de su valor durante la gestión de Vidal”.
“Nuestro salario nunca alcanzó la evolución de los precios, siempre corrió por detrás. Es decir, que permanentemente hemos perdido poder adquisitivo. Sin embargo, este fenómeno se potenció a partir de 2018, cuando la inflación y la devaluación de la moneda comenzaron a dispararse y alejarse de nuestros sueldos”, finaliza.