Redacción Canal Abierto | Carlos Marighella fue considerado enemigo número uno del último régimen dictatorial de Brasil. “Un mulato bahiano, muy alto y mulato. Hijo de un italiano y una negra haucá”, lo describe Caetano Veloso en su canción Um comunista –del disco Abraçaço–. Dirigente del Partido Comunista Brasilero (PCB), poeta y guerrillero, fue uno de los fundadores del movimiento armado Acción Libertadora Nacional (ALN) que enfrentó a los militares que gobernaron Brasil entre 1964 y 1985.
Nacido en Salvador de Bahía, hijo de un inmigrante italiano y de una trabajadora doméstica negra -hija liberta de esclavos traídos de Sudán-, comenzó a estudiar tempranamente en su ciudad. En la Escuela Politécnica de Bahía se unió a las filas del comunismo y abandonó la carrera de Ingeniería Civil para mudarse a Rio de Janeiro y, como un militante rentado del PCB, se dedicó a organizar el partido en esa ciudad. Corría el año 1934 y ya había conocido brevemente la cárcel.
Con la llegada de la dictadura de Getulio Vargas sufrió el encierro y y la tortura sucesivas veces. Ya en la clandestinidad, fue capturado en 1939 y mantenido en prisión hasta 1945 cuando fue liberado por una amnistía al abrirse un nuevo período democrático.
Su carrera política continuó alternando períodos de visibilidad pública y de clandestinidad. Viajó a China y a Cuba, y con el tiempo fue radicalizando sus posiciones hasta ser expulsado del PCB en 1967. Meses antes había renunciado a la conducción del partido tras haber presentado serias objeciones políticas e ideológicas. En ese momento, ya en plena dictadura nuevamente, funda la ALN en febrero de 1968 y cae asesinado en una emboscada en San Pablo en noviembre de 1969.
“Os comunistas guardavam sonhos”*
En estos días difíciles para el pueblo brasilero, su nombre vuelve a circular en la prensa, en vísperas de cumplirse 50 años de su asesinato, debido a los impedimentos que sufre el estreno del film Marighella, de Wagner Moura, interpretado por el popular músico carioca Seu Jorge en el rol del escritor y político.
El actor Wagner Moura, conocido por su participación en los films Tropa de Elite y en la serie Narcos, donde interpretó a Pablo Escobar, hace su presentación como director con este film. En declaraciones a la prensa señaló: “Es imposible no pensar que existe una articulación política para crear este tipo de ambiente”, mientras que Carlos Bolsonaro, uno de los benjamines del presidente, celebró el hecho en twitter: “¡Solicitud denegada! En otro momento, el resultado hubiese sido diferente, ciertamente en detrimento de las arcas públicas”.
El film ya circuló con muy buenas críticas en varios festivales, destacándose en la Berlinale. El pasado agosto, el largometraje inauguró la 15ª edición del Santiago Festival Internacional de Cine (Sanfic) en Chile, siendo esta su primera proyección oficial en Latinoamérica. En diálogo con la prensa chilena Moura señaló:
“En Brasil hay una guerra de narrativas: tenemos un presidente que dice que la dictadura no existió, que la dictadura fue buena, que la tortura es un método posible para obtener información, y creo que es muy importante contar historias para que la gente vea que sí hubo una dictadura militar y que fue terrible”.
“Yo quería hablar de la dictadura militar y de la resistencia a la dictadura. El desafío para mí fue tener una historia emocional y que a la vez hablara de muchos hechos históricos que ocurrieron en esos años”, explicó Moura. Asimismo, señalo que le gusta abordar temas políticos y que una película política no tiene que estar dirigida a unos pocos.
“Marighella es una mezcla de géneros, es un drama histórico, pero tiene muchas cosas del cine de acción (…). A mí me interesa que el cine político sea popular”, declaró en conferencia de prensa en el Sanfic.
El argumento, basado en la biografía escrita por el periodista Mário Magalhães, trata los últimos cinco años de la vida de Marighella, desde 1964, al comienzo de la dictadura militar, hasta su asesinato en 1969.
Control y recorte presupuestario
La cancelación del estreno, según un comunicado oficial de la productora O2 de Fernando Meirelles, se debe a que la misma no logró cumplimentar en tiempo y forma los requerimientos de Ancine. Pero desde 2018 vienen denunciando desaveniencias con la distribuidora Paris Filmes, contraparte de la productora, y presiones políticas para impedir el estreno.
Mientras tanto la situación de Ancine es bastante precaria con la asunción de Bolsonaro. Desde el comienzo de su mandato, el presidente ha declarado varias veces que tiene la intención de ampliar el control sobre las producciones audiovisuales brasileñas apoyadas por la agencia. Recientemente, despidió al presidente del organismo, Christian de Castro, y a otros cuatro funcionarios.
Como tiro de gracia, el presupuesto enviado por el ejecutivo al Congreso prevé una reducción del 43% de los fondos para financiar la actividad cinematográfica para el año entrante.
Trailer del film:
* «Los comunistas tenían sueños». De la letra de la canción mencionada de Caetano Veloso.