Redacción Canal Abierto | A 25 años de su aparición original, Daniel Melero lanza en formato de vinilo Travesti. Se trata de un disco aparecido en 1994, momento en el que Melero desarrollaba una prolífica carrera no sólo como músico, sino produciendo a las bandas emergentes que formarían parte del denominado Nuevo Rock Argentino.
Además de su carrera solista, su irrupción en los tempranos ’80s frente a Los Encargados, banda pionera del tecno made in Argentina, o como socio ocasional de Gustavo Cerati, Melero tiene una fecunda trayectoria como productor y a su oído se le debe el descubrimiento de muchas de las bandas que irrumpieron en la primer mitad de los ’90s como Los Brujos, Juana La Loca o Avant Press, primer banda de Leo García.
Esta nueva edición de Travesti tendrá una única presentación el sábado 16 de noviembre en el teatro N/D Ateneo. Esa noche sonarán los once tracks que componen el disco en cuestión, y recorrerá otros momentos de su historia hasta llegar a la actualidad. Como aditivo, lo acompañarán en el escenario algunos de los músicos, entonces con incipientes carreras, que participaron del disco como Carca y Uma-T, integrantes de Babasónicos.
Desde hace años, Travesti se encuentra descatalogado en edición física y esta versión en vinilo será la única en circulación, más allá de su disposición en distintas plataformas digitales.
“La idea no partió de mi”, cuenta Melero a Canal Abierto. “Uno hace discos y todos van cumpliendo años aparentemente. La idea fue de mi manager. Y me pareció interesante debido a que es un disco que no estaba existiendo en ningún formato que no fuera el digital. Y el vinilo parece el formato más viable a la hora de hacer algo sólido, una pieza de hardware, digamos. Aparte es un disco del cual durante estos últimos años he tocado muchas de sus canciones junto con cada disco que fui haciendo. Además es un favorito de los artistas que colaboran conmigo. Así que la decisión fue pequeña, cercana y de afectos”, agrega.
¿La reaparición del disco de vinilo en el mercado conforma un nuevo tipo de modernidad?
-Es un formato que, dentro de lo que es sólido, todavía existe en el mercado, o reapareció. No lo veo como una modernidad necesariamente. Tampoco es moderno pensar en el streammng o en lo digital. En definitiva, es extenderle presencia a la música en el formato que pueda tener para que sea interesante.
Para esta reedición tomaste la decisión de no remasterizarlo y usar los masters producidos hace 20 años en formato digital. ¿Cómo se adapta ese sonido a un formato analógico?
-Ocurre con muy poco problema, porque no es un CD de esos que participó en la batalla del volumen. Eso es lo que más perjudica a los discos en vinilo a la hora de tener que ser impresos. Por una cantidad de cuestiones tecnológicas, que van desde el ancho del surco y la capacidad de tener buen audio en el disco. Además tiene una duración que es muy apta para el vinilo, unos 36 minutos. Como la mayoría de las cosas que he reeditado, aunque fuesen en CD mismo, yo creo que es más interesante que la mácula de la época sea conservada. Si no es como arreglarlo, es como si el disco estuviera roto si lo tenés que remasterizar. Creo que fui muy consciente a la hora de cómo se ejecutó tanto la mezcla como el mastering de este disco que pudiera resistir cualquier soporte.
Además de la batalla del volumen que mencionabas recién, Travesti tampoco participó de otra batalla surgida a partir del formato CD en los 90s, que es la de la duración. Se hicieron discos con muchas canciones, para ocupar los 74 minutos que posibilitaba el entonces nuevo formato…
-Yo creo que si en 20 o 25 minutos no dijiste algo interesante, no va a ocurrir. Y sinceramente creo que hay que respetar el tiempo de atención del oyente.
Hay una virtud que rescato de los vinilos, contrario al uso de la época y desde la época del CD hasta hoy, que es el hecho de darlo vuelta. Porque implica la decisión de seguir escuchando, no de seguir oyendo. Tiene que haber cierta seducción, algo que te cautiva para que lo des vuelta y a mí me atrae esa idea de renovar la escucha que tiene el vinilo.
Por supuesto que aprecio muchísimas cosas de los formatos digitales también. Pero creo que tiene esa cosa de que el vinilo se va desgastando con el uso y tiene algo casi de ente vivo. Inclusive en la tapa. Las tapas de los discos que aún guardo de tiempo atrás, tienen las marcas y las huellas de la historia, las casas de amigos por las que pasaron, de una manera mucho más interesante guardan esas marcas que las cajas de plásticos, inclusive que la cajita de cartón del CD.
En Travesti participan muchos de los músicos de lo que entonces fue el Nuevo Rock Argentino, que se presentaban como una ruptura con las generaciones anteriores. Sin embargo, las canciones del disco tienen un rescate del rock anterior. ¿Cómo convivieron esas dos instancias?
-En Travesti está Carlos Cutaia con músicos de estas bandas que mencionabas. Los fundamentos de este álbum están enraizados en música que había ocurrido, entonces, hacía 25 años. Como el primero de La Pesada del Rock&Roll. Desde siempre estuve esperando la oportunidad de samplear el tema de Spinetta que está en ese disco de la Pesada o el Génesis de La Bilia de Vox Dei. Es un disco que no me interesa, pero que sin embargo tiene un fragmento en el que dan con una estructura sensacional y que, repetida, me permitía montar a todos los músicos que de alguna manera visten a las canciones con un groove de glam suburbano argentino.
Ese concepto de ruptura lo aprendí en esos discos que estoy evocando. La diferencia puede ser que yo fui víctima de ese público, de una ruptura exquisita que el rock producía en la década del 70.
El disco fue un poco a contramano tanto de la escena del nuevo rock independiente, en cuyo sonido prevalecía la distorsión y el acople, como de tus propuestas hasta el momento, más vinculadas a lo tecno. ¿Cómo se dio esta propuesta?
-Por un lado, yo como productor no me caracterizo por imprimirle un sonido mío a los artistas con los que colaboro, sino que trato de resaltar aquello que admiro en el sonido de ellos. Y desde ahí, tener la suerte y los conocimientos para poder ejecutar esa maniobra, pero no significa que necesariamente sea el recurso que elijo tener en un disco mío.
Travesti es un disco basado en la guitarra acústica, si lo pensás. Pero tiene muchos procedimientos que si uno se fija son del hip hop casi. Como tomar una muestra, mezclar capas de sonido y sacar la muestra sonora. La construcción del disco tiene ese tipo de manías.
Inclusive es una simulación, porque en muchas canciones fue una inclusión posterior la guitarra acústica. Pero el recorrido que se hace en Travesti es desde la canción prácticamente desnuda, una voz y una guitarra acústica, a la canción totalmente vestida como una drag queen, como en los temas Amazona o Libertad.
¿Y qué se puede decir sobre el nombre del disco? En estos 25 años hubo muchos avances en cuanto a la temática de identidad de género, pero entonces la figura del travesti rondaba entre la transgresión y la estigmatización.
-Incluso era un término peyorativo. A mí me parece que lo que trataba de resaltar era que todos éramos como travestis. La palabra persona, en su verdadera esencia y etimológicamente significa máscara. Y lo que ahí señalaba era comprender que todos utilizamos máscaras para mostrarnos en la vida. Desde la señora que va con un changuito al supermercado a un señor vestido de traje que lleva un ataché, para mí son todos travestis. Y yo me consideraba uno de ellos, como veo a cualquier persona. En definitiva uno utiliza el disfraz que se permite. Y me alegra haberlo dicho.
¿Cómo pensás estructurar el show de presentación?
-Vamos a tocar todos los temas del álbum de una manera muy distinta a como los tocábamos a los que persistían en el repertorio que habitualmente toco. En esta ocasión van a estar mucho más cerca del sonido original. Este disco no fue presentado en vivo debido a que yo era una criatura de estudio de grabación en esa época. Calculá que en ese año en el que hago Travesti, hice aproximadamente de 24 a 26 discos como productor y en algunos casos como artista. La gama involucra Dynamo (Soda Stereo, 1992), Colores Santos (con Gustavo Cerati, 1992), algún álbum mío, todas las producciones de Juana La Loca, Los Brujos, Suárez, Avant Press… Va a tener la oportunidad de sonar en vivo por primera vez con una mirada respetuosa de esa época. Y al mismo tiempo voy a tocar mucho material que habitualmente toco y también temas de mi último disco.
Foto: Prensa Daniel Melero / Marina Belinco