Redacción Canal Abierto | El espacio de APDH La Matanza quedó reducido a cenizas a partir de un incendio intencional provocado esta madrugada. Los integrantes de la organización se enteraron gracias al llamado de una vecina. “El lugar era usado para atender a personas que vienen con distintas demandas para que los asesoremos. También se hacían actividades culturales y de formación. Otra de las casitas las usamos para guardar herramientas y materiales que usamos para construir un salón de usos múltiples que estamos haciendo hace unos años”, contó a Canal Abierto Pablo Pimentel, referente de la organización.
Y continuó: “anoche una vecina llamó por teléfono y nos avisó que veía fuego en las casitas y no sabía que era. A los veinte minutos llegamos al lugar y lo que vimos fue todo prendido fuego. Ya era imparable. Los bomberos estaban intentando apagarlo, pero ya estaba todo destruido, porque la mayor parte de las cosas que teníamos eran de madera. Así fue que el esfuerzo de muchos años quedó hecho cenizas en un rato”.
Si bien la persona identificada como responsable del siniestro es un indigente en situación de calle que vive en el barrio, resta dilucidar si se trató de una acción propia de algún tipo de estado alterado o fue utilizado como mano de obra por terceros con oscuros intereses.
Al respecto, Pimentel planteó que no es la primera vez que el espacio, que tuvo actividad muy fuerte en denuncias de casos de violencia institucional como el asesinato de Luciano Arruga, recibe distintos tipos de ataques. “En el término de dos años hicimos cerca de diez denuncias por robos, vandalismo, como cosas livianas y después por amenazas directas con armas, la aparición de una bolsa con balas y persecuciones con armas a compañeros y familiares nuestros”, graficó.
“Esto tiene relevancia porque lo que nosotros notamos es que todas las causas que denunciamos tenían un comienzo, pero no un desarrollo y menos un final. Terminaban archivadas por falta de pruebas. Ninguna se pudo esclarecer, de las más graves a las más livianas. Si se hubieran investigado y se hubiera dado con los responsables, esto no hubiera pasado”, añadió Pimentel.
Al respecto, remarcó que la falta de atención sobre estos antecedentes no fue sólo de la Justicia sino también de las autoridades estatales. “Anoche, muy de madrugada, la subsecretaria de Derechos Humanos del municipio nos mandó un mensaje solidarizándose y poniéndose a nuestra disposición. Y hoy, cuando me llamó, lo que le dije es que Verónica Magario nunca nos atendió y minimizó todo lo que nos vino pasando. Así que le pedí que habilitara una reunión para ver qué compromiso toma el municipio ante esto. Más allá de las cosas materiales, lo que se necesita es una respuesta política”, sostuvo.
Y agregó: “es momento de no mirar al costado. Cuando una organización plantea estas cosas, hay que atenderlas, porque si no suceden estas cosas. Hay gente que a veces se mete a dormir ahí. Tenemos que dar gracias a Dios que no había nadie, si no estaríamos hablando de fallecidos”.
“El hecho es muy grave y el Estado tiene que tomar nota de esto y dar respuestas. Puede haber sido una salida loca de este hombre alcoholizado, pero podría haber sido evitable si nos atendían e investigaban todo lo que antes habíamos planteado. Y si fue mandado por alguien, estaríamos ante un hecho gravísimo”, concluyó Pimentel.