Redacción Canal Abierto | Este domingo se consumó el golpe de Estado en Bolivia. Tras varias semanas de una escalada de violencia y el pedido de renuncia del jefe de las Fuerzas Armadas al Presidente, Evo Morales y Álvaro García Linera renunciaron a su mandato elegido en democracia.
“Renuncio para que Mesa y Camacho no sigan persiguiendo, secuestrando y maltratando a mis ministros, dirigentes sindicales y a sus familiares y para que no sigan perjudicando a comerciantes, gremiales, profesionales independientes y transportistas que tienen el derecho a trabajar”, dijo Morales.
En diálogo con Canal Abierto, Marylin Partes Amachuy, dirigente del Movimiento Al Socialismo (MAS) en Sucre y diputada por Chuquisaca, contó cómo viven por estas horas los miembros de este partido y cuáles son las bases que alimentaron este golpe cívico policial en Bolivia.
¿Cuál es la situación hoy y cómo debería resolverse políticamente?
– Cuando te obligan a renunciar, te queman tus casas y te secuestran a sus hijos, es muy bajo. Esto es un golpe cívico policial. Actualmente, están haciendo una cacería de brujas, denunciando a militantes y dirigentes, yendo a sus casas. Anoche quemaron la casa de un senador del MAS.
De acuerdo al Orden Constitucional, ya renunciaron el Presidente y vicepresidente y los presidentes de las dos Cámaras. Seguramente va a asumir la primera vicepresidenta, que es de la oposición, para conducir la asamblea y se tiene que elegir un nuevo presidente interino de la Cámara de Senadores. No nos olvidemos que el MAS, el gobierno del pueblo, tiene dos tercios de la Cámara de Diputados y Senadores. Lo que están haciendo es apretarlos. Si votan a favor los van a dejar tranquilos, caso contrario los atacan o los van a obligar a renunciar.
Legalmente tendría que haber asumido alguien del MAS, porque somos mayoría en el parlamento. Ellos tienen el 25% de representación y con eso van a tener a su presidente y la potestad de hacer una Normativa. ¿En qué parte del mundo se ha visto eso? Sólo en Bolivia. Lo que se espera que hagan es romper con todas las estructuras legales para participar en elecciones en el tiempo más corto posible. Van a establecer nuevos vocales para el órgano electoral y posteriormente se harán las elecciones. Por la Normativa Constitucional, el 20 de enero ya tendría que posicionarse el nuevo Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia.
Fernando Camacho no participó de las elecciones, sin embargo fue él quien irrumpió en el Palacio Quemado y tomó posesión. ¿Por qué?
–Camacho representa a la oligarquía cruzeñista, a las empresas, a las trasnacionales aquí en Bolivia, tiene bancos, empresas a su nombre, canales de televisión. Lo que está haciendo es pagar a jóvenes desclasados olvidándose de donde vienen para que golpeen a los campesinos, ha creado grupos de choque, que son las famosas resistencias motoqueras en cada departamento que se quiera revelar. El eje del proceso de cambio es en Cochabamba. Ahí no ha sido casual todo lo que han hecho para bajarles la moral. Los han humillado, los pegaron cuando fueron a marchar por la pacificación, a las mujeres también las humillaron.
Se autodenominan grupos de resistencia. ¿Resistencia a qué? Si son ellos los que están bloqueando y tomando las instituciones, ni siquiera están respetando la banca privada porque han saqueado bancos y absolutamente todo lo que les ha dado la gana.
Camacho está defendiendo intereses de las trasnacionales. Actualmente el poder económico está en Santa Cruz. Lo que no tiene es el poder político. Rubén Costas siempre ha peleado por una autonomía con independencia de poderes. Por esto ahora se van a jugar dos cosas: la sede de gobierno para llevarla a Santa Cruz, y si no lo logra, crear normativas para la independencia de poderes.
En Santa Cruz, los coyas no podemos entrar. Esa es la expresión racial directa hacia nosotros. El que quiere entrar en Santa Cruz tiene que hacerlo con pasaporte y visa. Actualmente están permitiendo el paso con solicitudes que obtienen mostrando su carnet que diga que son nacidos en Santa Cruz de la Sierra. Todo al estilo nazi es lo que están haciendo, falta que le pongan letreros. El conflicto racial más fuerte se da allí. Muchas compañeras que están allá han sido golpeadas y amedrentadas. Por eso hoy se ocultan.
¿Temen por la integridad física de Evo?
– Tememos por la vida de nuestro Presidente, por la de nuestros dirigentes, de nuestras autoridades electas, nuestros militantes. La estrategia de los golpistas es seguir intimidando porque tienen dos días más para cazar como ratones a todos hasta que se defina el comité cívico, que pidió estos dos días más. Suponemos que después habrá orden. La policía está con ellos, respaldando el vandalismo que se vive.
Ante todo lo que más tememos es por nuestros derechos fundamentales, derecho a tener nuestra voz, a transitar, a tener nuestra identidad. El Presidente renunció por eso, no por cobarde. El renunció para prevalecer la vida de nosotros, pero igual lo están haciendo. El fascismo no tiene límites, sólo nos queda resistir y pedimos a la comunidad internacional que pidan garantías para todos los bolivianos, con nuestro presidente Evo a la cabeza.
Queremos que los medios hablen, que las redes revienten. Pedimos esa solidaridad. En Bolivia hay dos clases, la pobre y la rica, la clase indígena que no tiene derechos. El lema que los golpistas están manejando es ese. Nos sentimos solos porque no vemos que se pronuncien presidentes cercanos.
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Los presidentes de derecha todavía no se pronunciaron al respecto. ¿Qué piensa de esto?
-No nos sorprende. En Chile los están matando, ahí sí está la dictadura. Aquí no, el presidente nunca hubiera pensado en eso. Aquí los policías son parte de este golpe de Estado. En Cochabamba iniciaron un motín policial sin tener excusas válidas. Evo nunca les pidió que salgan a reprimir, ni al ejército, aunque legalmente podía haber decretado un estado de sitio. Pero el dijo no.
A nosotros los de izquierda, los del gobierno del pueblo, nos interesa la vida ante todo no el poder. Nuestro país está dignificado. Hay escuelas, hay carreteras y hospitales. Los que les molesta a ellos es eso, que el campesino tenga los mismos derechos que el citadino, que el blanco. Eso le molesta a la oligarquía, que el pueblo ahora es profesional, tiene cargos y asume responsabilidades. Antes nosotros sólo servíamos como empleadas o sirvientas. Ahora no. Estudiamos, tenemos otro nivel académico gracias a ese proceso de cambio porque el Presidente lo ha garantizado.
Pedimos que se sostengan las estructuras, vamos a resistir. Abrazamos al pueblo, que al igual que nosotros ha llorado todo lo que ha pasado. Nadie se veía venir esto. Esto ha sido un juego de ajedrez del imperialismo de los Estados Unidos. Pedimos que se solidaricen con nosotros y pidan garantías y que la historia defina qué va a pasar. Hay que unirnos, Latinoamérica unida, ser una patria grande como decía el comandante Chávez, es el desafío que tenemos que llevar.