Redacción Canal Abierto | El río Santa Cruz es el único y el último río glaciario de la Argentina que aún permanece en estado natural. Sus aguas atraviesan la Patagonia desde la Cordillera de los Andes hasta desaguar en el Océano Atlántico tras recorrer 385 kilómetros. Nace en el desagüe de los lagos Viedma y Argentino y sus aguas provienen del deshielo de los ventisqueros del Parque Nacional Los Glaciares.
Pero sobre el río, su ambiente y la Cuenca de Hielo Patagónica Sur se cierne una amenaza. En 2015 se iniciaron las obras para realizar en su curso uno de los emprendimientos hidroeléctricos más grandes del país. La construcción de las represas Cóndor Cliff, a 250 kilómetros de la desembocadura, y La Barrancosa, a 185 kilómetros –antes llamadas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic– dejarán 43 mil hectáreas de estepa bajo el agua en un territorio considerado patrimonio arqueológico y paleontológico.
Pobladores de la provincia, organizaciones ambientales y comunidades originarias de la región se oponen al emprendimiento y gracias a su intervención las obras se detuvieron varias veces a lo largo de estos años.
Guardianes de los ríos
Para denunciar la situación, a partir de este viernes 31 de enero y durante 16 días, 40 jóvenes recorrerán en kayak el río desde sus nacientes hasta su desembocadura en el mar Argentino.
“El viaje nace en el marco de un intercambio internacional intercuencas organizado por la ONG Ríos To Rivers. Es el primero que se hace en Argentina y reúne a 40 jóvenes y activistas de entre 13 y 19 años de diez cuencas distintas del continente que se encuentran en el río Santa Cruz. El objetivo es conocerse entre ellos y conocer las problemáticas que cada uno tiene en sus cuencas. Hay presentes chicos de Misiones, de Mendoza, del río Baker en la Patagonia chilena, del río Bio Bio y del Maipo, también en Chile, del río Colorado en Estados Unidos y un grupo anfitrión que incluye a jóvenes mapuches”, señala Sofía Nemenman de Río Santa Cruz Sin Represas, desde El Calafate, en diálogo con Canal Abierto. Ella está encargada de la logística del intercambio y acompaña desde tierra el recorrido.
La expedición atravesará la zona de obras del complejo hidroeléctrico en ciernes. “Tenemos entendido que Cóndor Cliff está frenado porque recientemente, en un movimiento terrestre, se les abrió una grieta de 20 metros en un paredón que habían construido; por lo tanto están evaluando mover el emplazamiento de la obra. La Barrancosa sí está avanzando, más que nada en movimiento de tierras y armando el camino paralelo para el desvío del río para el momento de construir la represa propiamente dicha”, comenta Nemenman.
Respecto a la situación legal la activista señaló que “la última medida cautelar presentada sigue en tratativas y aún no hubo respuesta. Lo que solicitamos ahora es que ante lo que la empresa alegó como un “error de cálculo” que provocó la grieta en Cóndor Cliff y la propuesta de un nuevo emplazamiento, presentamos una cautelar para que se realice un nuevo informe de impacto ambiental. Por el momento estamos a la espera de la resolución de la Corte Suprema de la Nación”.
Un ambiente en peligro
La inundación que provocará el embalse del río:
- Empujará a la extinción al macá tobiano, un ave endémica de la región.
- Sepultará bajo las aguas zonas sagradas de las comunidades mapuche tehuelches.
- Provocará problemas de abastecimiento de agua a las localidades de Puerto San Julián, Comandante Luis Piedrabuena y Puerto Santa Cruz.
- El impacto de semejante espejo de aguas en el clima también pone en riesgo la supervivencia de los glaciares, pero el informe de impacto ambiental soslaya esta posibilidad.
“En esta semana de viaje de intercambio nos enteramos que en Cóndor Cliff se derramaron 20 mil litros de gasoil al río, información que nos llega de forma extraoficial porque los trabajadores no se la pueden jugar denunciando esto con imágenes. El río no está siendo afectado por la obra en sí, se puede remar de punta a punta, pero está siendo contaminado por los dos obradores. Esta información la vamos obteniendo en estos días gracias al desarrollo del viaje”, comenta Sofía.
“Lo que vemos es que la gente nos recibe super bien. Nos conocían y recibimos apoyo de la comunidad. Justo en estos días vino Cristina Kirchner a visitar las obras y a “reactivar” una obra que nunca estuvo inactiva. La gente se opone a la construcción, pero no hay otras oportunidades de trabajo”.
La travesía culmina en Comandante Luis Piedrabuena. Allí el cierre será con un Festival de Artes del que va a participar la comunidad mapuche-tehuelche Lof Fem Mapu.
Cuento chino
El aprovechamiento hidroeléctrico sobre el río Santa Cruz sería el tercero de importancia para la generación hidráulica en Argentina, tras Yacyretá y Salto Grande, y el más grande dentro de las fronteras de nuestro país. Asimismo, este proyecto, financiado por China Gezhouba Group Corporation, es la inversión en energía hidroeléctrica de mayor importancia para China fuera de su territorio.
Según informa FARN (Fundación Ambiente y Recursos Naturales) Gezhouba es un grupo inversor de capital mayoritario del Estado Chino, que ha sido sancionada por el Banco Mundial por mala praxis en proyectos de infraestructura sobre agua, recuperación tras terremotos y gestión de las inundaciones en junio de 2015
El proyecto estima emplear a 5.500 personas en el período de construcción. Por su parte, en la operación, mantenimiento y gestión integral de las obras, el Complejo Hidroeléctrico empleará a 108 personas. Es evidente que el impacto “benéfico” en las comunidades locales será sólo transitorio y asociado al proceso de construcción de la represa.
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