Redacción Canal Abierto | Tras el despido del director de la Policía Federal de Brasil, este viernes Sergio Moro presentó su renuncia como ministro de Justicia a Jair Bolsonaro. En una extensa conferencia de prensa repasó su gestión y manifestó que el Presidente lo quiere fuera del cargo.
El ex juez del Lava Jato hizo saber que el motivo por el que Bolsonaro quería cambiar al jefe de la policía era para influenciar investigaciones en curso en la Corte Suprema y tener acceso privilegiado a información confidencial de la Policía Federal.
“Esto no está permitido por la ley. En Brasil la PF es un órgano autónomo del Gobierno. Pero Bolsonaro exigía que la PF le transmita información sobre investigaciones que se están haciendo sobre sus hijos”, dijo a Canal Abierto el secretario de Relaciones Internacionales de la Central Única dos Trabalhadores (CUT) de Brasil, Antonio Lisboa.
Moro había amenazado ayer con su salida en caso de que el presidente avanzara con la desvinculación de Mauricio Valeixo. “Cuando comienzas a ocupar puestos debido a la presión de los partidos políticos, esto no es bueno para las instituciones. Bolsonaro insistió en cambiar al director general. Le dije que no tenía ningún problema pero debía haber una causa. Le comuniqué que sería una clara interferencia política que daña la credibilidad, no solo la mía, sino también la de este gobierno, con el compromiso que tenemos con la ley”.
Así, hoy el gobierno de Bolsonaro pierde a uno de sus pilares. Moro, de los políticos más populares al asumir su cargo en 2018, tuvo una seguidilla de derrotas y frenos a sus proyectos y su autonomía quedó cada vez más reducida y cuestionada. La intervención del mandatario en la PF terminó de desvincularlos.
“Bolsonaro intenta retirar ministros que tengan más popularidad que él de su gobierno. Por otra parte, Moro ha tenido una baja importante en su popularidad desde su asociación a este gobierno. Esto también es una salida para intentar salvarse de la imagen que tiene hoy el presidente”, expresó Lisboa.
A raíz de este quiebre, y al compartir gran parte de su electorado, Bolsonaro se enfrenta a la pérdida de seguidores en una disputa en el espacio político de la derecha tradicional que, al menos en redes sociales, ya se hace sentir.
En este sentido, Lisboa manifestó: “El presidente es un psicópata. No quiere que nadie amenace su popularidad o pueda robarse su electorado. En este sentido, ha despedido también al ministro de Salud. Pero la salida de Moro hace más frágil aún su posición porque el pedido de impeachment a Bolsonaro ahora resuena más fuerte”.
Sobre Moro, dijo: “Ahora va a transitar entre la derecha bolsonarista fascista, la derecha tradicional, y entre los medios de comunicación. Pero la derecha tradicional ya tiene otros líderes como João Doria, gobernador de São Paulo, o Wilson Witzel de Río de Janeiro, y a mi entender no va a recuperar el lugar que tenía cuando encabezó la persecución a Lula. Tampoco tiene ninguna chance de entrar en la centroizquierda”.
Así como Moro, el titular de Salud, Luiz Henrique Mandetta, cayó tras insistir en la necesidad de mantener medidas de cuarentena para enfrentar al nuevo coronavirus, que iban en contra de los deseos de Bolsonaro.
Y es que esta pandemia también hizo potenciar ideales neoliberales del mandatario al cual ya varios medios de comunicación tildaron como “el peor presidente del mundo” manejando esta crisis sanitaria.
La cuarentena ha provocado, como en varios países, un crítica situación económica y que según Lisboa, Bolsonaro pretende adjudicar a gobernadores e intendentes de los estados brasileros que mantienen las medidas de aislamiento social.
“Hay una presión constante de Bolsonaro a los estados para que abran la cuarentena. Es un insano, un asesino que pretende que las personas mueran en vez de responsabilizarse por la situación. En Brasil, el gobierno central no hace nada combatir la pandemia. Cambió a un ministro de Salud que tomaba decisiones coherentes para poner a otro que no hace nada”, explicó Lisboa.
De acuerdo a las cifras oficiales que trascendieron ayer, los muertos por COVID-19 en Brasil alcanzan las 407 personas. “Pero hay estudios de la Universidad de Brasilia y de la Universidad de São Paulo que sostienen que hay entre 12 y 15 veces más la cantidad de infectados y muertos. Los riesgos de una tragedia sanitaria son muy grandes”, señaló el secretario de la CUT.
En este sentido, también agregó: “Hoy no creemos que Bolsonaro pueda terminar su mandato. Esta situación nos alienta a sacarlo del poder. Tenemos que tirar el gobierno, pero en este exacto momento no están dadas las condiciones para eso. Es apresurado pensar en elecciones a esta altura porque todo puede ocurrir, pero es difícil que Bolsonaro tenga las condiciones de mantenerse hasta el final de su gobierno”.