Redacción Canal Abierto | “Somos los que aparecemos al final de cada película mientras el público se levanta de sus butacas. Lxs invisibles que hacemos posible el cine argentino y que hoy el Estado ignora. Trabajamos en relación de dependencia de manera discontinua. Nuestra actividad se encuentra suspendida. Exigimos que funcionarios del Estado nos encuadren en alguno de sus programas de ayuda económica. Urgente”.
El video de Trabajadorxs Cinematográficxs resume una problemática que hoy atraviesan miles de trabajadores y trabajadoras de esa industria en todo el país. Entre las personas que se desempeñan en el área están las y los técnicos audiovisuales. Se trata de camarógrafos, iluminadores, sonidistas, vestuaristas, eléctricos, asistentes, utileros, maquilladores y demás profesiones que desde que inició el Aislamiento Social Obligatorio debido a la pandemia no tienen trabajo.
“Somos trabajadores del tipo freelance: te contratan por cada trabajo. En un buen año, donde el mercado se mueve y hay muchos rodajes, uno tiene continuidad. Cuando hay crisis económica o algún tipo de parate, nos quedamos paralizados. Éste es el parate más grande en décadas, no existe un antecedente de dos meses donde no se filme absolutamente nada. No sólo no hay rodajes, sino que no hay producción. Ni siquiera los trabajadores que hacen la producción previa están trabajando. Las productoras están literalmente cerradas”, explica Marcelo Scopa, trabajador del área, en diálogo con Canal Abierto.
Sus campos laborales son el cine de ficción, los documentales, la TV y también las producciones cinematográficas para publicidad “que abarcan una parte muy grande de mano de obra porque los comerciales que se ven en televisión son muchos, son para todo el país, y a veces también se filman para el exterior desde la Argentina. Cada comercial tiene una dotación de personal muy grande, 30 o 40 personas, más las pequeñas empresas que prestan servicios para el rodaje (catering, escenografía, etc.)”, aclara Scopa.
El formato de trabajo es, generalmente, por contrato, que dura lo que dure el proyecto audiovisual. En algunos casos son trabajadores monotributistas, sobre todo en la televisión. Pero ni unos ni otros fueron tenidos en cuenta en los planes de subsidios y créditos lanzados desde el Gobierno para paliar la crisis que atraviesan quienes trabajan en las áreas directamente afectadas por la pandemia.
Como consecuencia, y luego de haber obtenido respuestas insuficientes por parte del Sindicato de la Industria Cinematográfica Argentina (SICA), un grupo de técnicos audiovisuales se organizó para reclamar que los tengan en cuenta.
“Decidimos hacer llegar un reclamo al Estado nacional, principalmente a los Ministerios de Economía, Producción y Secretaría General de la Presidencia y Jefatura de Gabinete. Una carta formal, un pedido explicando nuestra situación y la carencia de respuestas hasta ahora –sostiene el integrante de Trabajadorxs Cinematográficxs-. Solicitamos que se nos pueda encuadrar en alguna de las posibles soluciones, el IFE (Ingreso Familiar de Emergencia) o alguna solución nueva con la que podamos llevar adelante la situación que no se termina cuando se habilite nuestra posibilidad de vuelta al trabajo. En nuestro caso no sabemos en la situación en la que queda la industria audiovisual, a lo que se le suma la situación económica gravísima previa”.
Entretanto, crearon un fondo común al que los trabajadores que están en mejor situación aportan para ayudar a quienes están peor.
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Por su parte, desde DOCA (Documentalistas de Argentina), impulsan la iniciativa de que el Gobierno imponga un gravamen a las plataformas digitales, con Netflix a la cabeza, “que están recaudando de forma extraordinaria en este periodo de pandemia”. El objetivo de esa recaudación es financiar el Fondo de Fomento administrado por el INCAA para sostener el cine.
Sólo en Argentina, Netflix factura más de 24 millones de dólares al mes sin dejar nada al Fondo de Fomento del Cine, que se financia con un impuesto en las entradas a las salas, que están cerradas.
“No es casual que en el momento en que se debate la aplicación del impuesto a las plataformas de streaming, Netflix anuncie que aportará 40 millones de pesos en ayuda a técnicos y personal de la industria audiovisual argentina perjudicados por el freno de la actividad en el marco de la pandemia de coronavirus. Es un beneficio de 35 mil pesos que se extenderá por única vez a técnicxs que trabajen en producciones que hayan sido suspendidas –explica el comunicado de DOCA-. La ayuda propuesta equivale a menos de un día de facturación de la plataforma. Por otra parte, la dádiva resulta extremadamente restrictiva para los sectores mas vulnerables del medio -mujeres, trabajadorxs precarizadxs, realizadorxs independientes y técnicxs de las provincias-, ya que establece una serie de exigencias que sólo pueden cumplir quienes hayan tenido trabajo estable bajo contrato laboral”.
En el mismo comunicado, aclaran que en el marco de la pandemia han pedido una entrevista con Luis Puenzo, presidente del INCAA, para acercar ideas para sortear la crisis, pero no obtuvieron respuesta.
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