Redacción Canal Abierto | El Hogar Eva Duarte, ubicado en el barrio porteño de La Paternal, es la única institución pública de la Ciudad de Buenos Aires que aloja adolescentes madres y/o embarazadas con hijos que han atravesado situaciones de violencia de género y se encuentran en contextos de vulnerabilidad social.
Trabajadoras y trabajadores destacan que el lugar cuenta con las condiciones óptimas para las necesidades de la población y respeta todos los protocolos de cuidado frente a la pandemia. A pesar de ello, este martes las autoridades decidieron cerrarlo.
“En los últimos días, el Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat nos informó de la mudanza del hogar de manera arbitraria ya que esto no fue consultado, ni preparado, ni trabajado con el equipo que desarrolla sus tareas en el mismo”, describe Nadia Polanco, delegada general de ATE en este ministerio porteño, en diálogo con Canal Abierto.
Y continúa: ”Esto nos genera una extrema preocupación porque están definiendo que estas adolescentes pasen a vivir a otros dispositivos del Gobierno de la Ciudad que trabajan con otras poblaciones en situación de violencia”.
Según explica, de esto se desprenden varias problemáticas: por un lado, que los trabajadores de los otros centros no están preparados para trabajar con población adolescente ni con niños y niñas, y que sus instalaciones tampoco lo están; y que, por el otro, el equipo de trabajo del Eva Duarte corre peligro de ser desarmado.
Los nuevos lugares, “tampoco están preparados para que haya una convivencia de mujeres adultas con adolescentes”, agrega Polanco.
“Lo que nos pone en una situación de alarma extrema es la posibilidad concreta de que se desarme esta política pública que es la única destinada a esta población que además ha transitado situaciones de violencia de género y tienen trayectorias de vida signadas por otras vulneraciones de derechos”, señala Polanco.
Las responsables directas de esta decisión, que pone en riesgo a mujeres con derechos vulnerados, son Jazmín Lerner, subsecretaria de Fortalecimiento Personal, Familiar y Comunitario, y la ministra de Desarrollo Humano y Hábitat, María Migliore.
“Exigimos un presupuesto acorde a esta situación y partidas de emergencia para paliar la crisis. Necesitamos políticas públicas integrales y de calidad, no medidas pobres y paliativas que son parches”, argumenta la representante gremial.
Además, en este área –así como en toda la estructura gubernamental porteña–, la tercerización, la contratación de personal a término y los contratos truchos (como asistencias técnicas y monotributistas) son la regla, lo que promueve no sólo la precarización laboral sino políticas públicas precarias que se activan y desactivan al arbitrio de los funcionarios y los calendarios electorales.
Excusas
La justificación que da el gobierno porteño es que el hogar comparte el predio con otro para adultos mayores y en el marco de la pandemia éste sería un factor de contagios.
“Esto es una falacia –argumenta Polanco–, porque en realidad no hay posibilidad de contacto entre las poblaciones de ambos hogares, e incluso hay una puerta lateral del Hogar Eva Duarte que no se está queriendo habilitar y que podría reforzar las medidas de prevención y cuidado. Esto es una hipocresía cuando, tras tres meses de cuarentena, siguen faltando equipos de protección personal y adecuación de los protocolos, y lo que se propone es trasladar a estas chicas a dispositivos mucho más poblados”.
Según señalan trabajadoras y trabajadores, el inmueble del hogar se encuentra en muy buenas condiciones y con espacios adecuados al desarrollo de las tareas, pero el gobierno impide los ingresos escudado en la pandemia. “El alcance de esta política pública se encuentra recortado por una decisión del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que está re-victimizando a mujeres y adolescentes que están en situaciones de riesgo y con derechos vulnerados”, concluye Polanco.