Canal Abierto Radio | La filósofa y analista internacional habló de las verdaderas intenciones de la presidenta golpista Jeanine Áñez, y los sectores terratenientes liderados por Camacho, que dudan de llevar adelante un proceso democrático, sobre todo si participa el Movimiento al Socialismo. “A las complicaciones naturales del virus se van a sumar las políticas de este gobierno golpista que hace lo imposible por mantenerse en el gobierno” remarcó Rauber.
Si bien la crisis sanitaria es visible y grave, los datos se pueden manipular “para tratar de usarlo como una excusa que en el último momento se puede decir que explotó una curva”. Los únicos realmente perjudicados son los bolivianos y las bolivianas, porque hay hospitales nuevos fundados durante el gobierno de Evo Morales que ni siquiera se usan “y la población muere en las calles sin atención médica”, sin subsidios y sin alimentos.
Jeanine Áñez no logró limpiar su imagen de golpista y consolidar una candidatura. Incluso los sectores liderados por Carlos Mesa, quien había perdido las elecciones con Evo y en un primer momento apoyaron el golpe, hoy no quieren vincularse ni hacer un frente con ella. En este sentido, el Movimiento al Socialismo tiene una clara ventaja.
Rauber recomendó prestar atención a Camacho y el Grupo de los Cívicos, que no se sabe si están conformes con un proceso electoral: “ellos, que hicieron todo este quilombo para que ahora vengan las elecciones y le arrebaten el mando, ellos están asociados a la señora Añez y no tienen posibilidad de ganar. Ellos acusan el fraude pero ellos cometieron el gran fraude asociados a la OEA y a EEUU e hicieron guerra mediática para que la gente saliera a la calle. ¿El fraude que hicieron sobre el fraude nada más lo hicieron para que durara 6 meses?”
Desde el plano internacional, Rauber destacó que “hay una conciencia en los gobiernos que han apoyado el golpe, de que ello fue un fraude y un golpe de Estado”. En este caso funcionó como en Venezuela, donde hay sectores en todo el mundo que por mandato de Estados Unidos, y en América Latina por mandato de la OEA, que deben apoyar este tipo de gobiernos fraudulentos.
En cuanto a los apoyos a la institucionalidad, el de Argentina es el más importante, por ser un país limítrofe con Bolivia, además de brindar asilo político a los dirigentes permitiéndoles vivir por lo menos dos libremente . El de México es también importante pero por los ataques a la Embajada y sin poder lograr los salvoconductos – lo que es “una falta total al derecho de asilo diplomático reconocido internacionalmente”- hacia territorio mexicano, la situación es más difícil para los refugiados políticos.
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