Canal Abierto Radio | Bruno Bimbi vivió durante 10 años en Brasil, donde fue corresponsal de Clarín y sabe de los armados del actual presidente Jair Bolsonaro y de quienes gobiernan con él. “Se ha instalado en Brasil la idea de que es normal que haya una oficina en la Casa de Gobierno que se dedica a fabricar mentiras y distribuirlas para difamar yo amenazar de muerte a funcionarios”, comentó.
En marzo, cuando el coronavirus desembarcó en América Latina, Bolsonaro viajó a reunirse con su par a Estados Unidos y en el avión varios integrantes de su comitiva volvieron infectados. Mientras él seguía realizando actos y “violando todas las recomendaciones de los especialistas”, debieron realizarse presentaciones en la justicia que presente sus análisis. Desde ese momento se duda si tuvo COVID-19, o no.
Bolsonaro se contagió “en un momento en el que está acosado por una serie de escándalos judiciales” y tanto él como su hijo tienen que declarar al comprobarse sus nexos económicos con sicarios de Río de Janeiro. Brasil está pasando por la peor etapa y es el segundo foco más importante e contagios en el mundo, con miles de muertos diarios. “Lo único que sabemos es que es un mentiroso”, dispara Bimbi y remarca: «Ha hecho todo lo posible para que muera más gente”.
“No me extrañaría nada que fuera otra de sus mentiras y que dentro de unos días apareciera milagrosamente curado y dijera que rezándole mucho a Dios y tomando mucha clorofina se curó, lo que prueba que el coronavirus no es grave y no hay que creerle a lo que dicen los medios, la OMS y todos los otros países del mundo, que está todo comprado por los comunistas, el PT, los chinos, Bill Gates, y todas estas estupideces que dice el gobierno brasileño”.
Con respecto al fin de la cuarentena estricta y la reapertura de actividades en Barcelona, donde reside actualmente el periodista, afirmó: “Acá la cuarentena fue mucho más estricta que en Argentina” y solo podían salir una vez a la semana para ir a los mercados de proximidad “y había que mantener una distancia de dos metros y veías a los cajeros vestidos como astronautas. Y esa fue la única interacción durante meses”.
“Eso permitió que España pasara de tener 900 muertos por día a controlar la pandemia». Aún persisten algunas restricciones en procura de evitar los rebrotes. “Aquí en Cataluña hay una región a unos kilómetros de Barcelona donde tuvieron que volver a aislar, como está pasando ahora en el AMBA, como ha sucedido en Alemania o en Francia. Pero para llegar a lo más parecido a la normalidad tuvimos que bancarnos algo que fue necesario”.