Redacción Canal Abierto | Pergamino es considerado el núcleo sojero de la provincia de Buenos Aires, y es allí también donde Bayer Monsanto posee sus campos de experimentación transgénica. La intensa lucha de las víctimas de fumigaciones tuvo como fruto que la Justicia se expida marcando las distancias de protección, obligando al municipio a repartir agua envasada en los barrios afectados, e imputando a dueños de campos y productores como “coautores penalmente responsables del delito decontaminación ambiental en general, mediante la utilización de residuos calificados de peligrosos”.
Un Estudio Pericial Científico del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) destacó la eficacia de la medida cautelar dispuesta por el Juzgado Federal N° 2 de San Nicolás, a cargo de Carlos Villafuerte Ruzo, al establecer la distancia de protección de 1.095 metros para aplicaciones terrestres y 3.000 para áreas respecto del ejido urbano. A su vez, recomendó “fuertemente la reducción de las aplicaciones (en dosis e intensidad) en los sistemas productivos, para disminuir la exposición ambiental de los plaguicidas”.
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El informe científico elaborado por Virginia Aparicio, ingeniera agrónoma, investigadora del CONICET y INTA Balcarce, destaca la necesidad de una transición hacia sistemas agroecológicos y menciona resultados publicados internacionalmente por el equipo de profesionales de la Chacra Integrada Barrow (Tres Arroyos) y el INTA Balcarce.
“Es posible producir cultivos extensivos aprovechando en mayor medida los procesos naturales y las interacciones beneficiosas para reducir el uso de insumos y mejorar la eficiencia de los sistemas agrícolas”, explicó Aparicio en respuesta científica al planteo de productores que argumentan que no existen métodos alternativos al sistema agroindustrial para obtener ganancias.
El estudio
Los resultados sobre plaguicidas en muestras de agua presentan un número variable de moléculas detectadas y cuantificadas a través del tiempo. En 2018 se hallaron 18 moléculas en una misma muestra de agua, en otro informe fueron 12 y en el último muestreo se redujo a 9.
“La tendencia de reducción en los números máximos de moléculas por muestra de agua, y la reducción en el número de moléculas detectadas en cada muestreo, podrían deberse a la medida cautelar dispuesta por el Juez en esta causa de prohibir fumigar a una distancia menor a los 1.095 metros”, destacó Aparicio.
También valoró que distanciar las fumigaciones de las zonas de bombeo de agua disminuye la probabilidad de que el plaguicida atraviese el suelo y llegue al agua subterránea. “Esta es especialmente vulnerable a la contaminación persistente por plaguicidas porque, a diferencia de los cuerpos de agua que fluyen, permanece relativamente más quieta. La contaminación por plaguicidas de estas fuentes de agua, da como resultado una exposición crónica a especies no objetivo y un riesgo significativo de resultados adversos para la salud”, agregó la ingeniera.
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Entre las moléculas cuantificadas, el estudio menciona a la atrazina (uno de sus metabolitos: desetil atrazina) y 2,4D, los insecticidas imidacloprid y clorpirifós y el metolaclor. El documento presentado al Juez Villafuerte Ruzzo destaca que la atrazina es una sustancia química disruptiva endocrina que puede causar problemas reproductivos en especies animales y está asociada a bajo recuento de espermatozoides y retraso en el crecimiento intrauterino en humanos; que el agrotóxico 2,4D es posiblemente carcinogénico y el clorpirifos es un compuesto químico del grupo organofosforados, que se reconoce como la familia de plaguicidas más tóxica para las especies, incluido, los seres humanos.
La dispersión no intencional de plaguicidas fuera del lugar de aplicación es otro de los puntos que fueron referidos a la Justicia. En Argentina se generó información respecto de la presencia de plaguicidas en muestras de agua de lluvia, lo que implica que al momento de producirse la lluvia los plaguicidas se encontraban suspendidos en el aire, próximos o no próximos, al lugar de aplicación”, explicó Aparicio.
Transición a la agroecología
Además de resaltar que la reducción de plaguicidas en los cultivos beneficia a la salud de quienes habitan en cercanía a campos fumigados, el INTA propuso prácticas productivas que reducen o anulan la aplicación de agroquímicos como fertilizantes y plaguicidas.
El estudio de Chacra Integrada Barrow e INTA Balcarce comparó la productividad agronómica, algunos parámetros de suelo vinculados a su calidad y los resultados económicos mediante un análisis multitemporal entre sistemas de agricultura industrial y la transición agroecológica. Los resultados demostraron que los parámetros de suelo evaluados mejoraron en el sistema de transición agroecológica respecto de la agricultura industrial.
“El sistema de transición agroecológica propuesto podría ser aplicable en producciones extensivas con climas templados sin interferir con el sustento de los productores agrícolas y permite mejorar las condiciones del suelo. Es posible producir cultivos extensivos aprovechando en mayor medida los procesos naturales para reducir el uso de insumos y mejorar la eficiencia de los sistemas agrícolas”, finalizó la ingeniera.